El pasado 27 de setiembre se realizó una nueva
evacuación médica con dispositivos de visión nocturna por parte de las aeronaves
de la URUAVU (Uruguayan Aviation Unit), en la República Democrática del Congo.
En esta oportunidad y desde unas horas antes de que se
diera la aprobación para la salida del vuelo, mientras el permiso era gestionado
en toda la línea de mando de la MONUSCO, extraoficialmente se realizaban y en
forma paralela, gestiones entre compatriotas.
Es que aproximadamente a las 15:00 (horas local),
personal de la Compañía de Patrulla Fluvial “URPAC MIKE 14” de la Armada
Nacional, desplegada en Bukavu, se contactó con el Jefe de Operaciones Aéreas de
la URUAVU, adelantando que estaba en proceso la solicitud para la evacuación
aeromédica de un tripulante perteneciente a esa Unidad, desde el la embarcación
UN-12 en el Lago Tanganika.
Mediante este enlace realizado entre contingentes
uruguayos que se encuentran cumpliendo misiones de mantenimiento de la paz al
Servicio de las Naciones Unidas, se pudieron agilitar ciertos trámites que
habitualmente se comienzan recién tras recibir el alerta a la tripulación, esto
es, una hora antes del vuelo. El rápido intercambio de información entre
camaradas compatriotas de las Fuerzas Armadas Uruguayas facilitó el procedimiento
óptimamente.
La evacuación se realizaría desde Baraka hacia Bukavu,
presentando el paciente, un efectivo de la Armada Nacional Uruguaya, un fuerte dolor
en el pecho, por lo que su embarcación procedió inmediatamente al Puerto de Baraka, lugar donde atracaría para ser evacuado por el helicóptero de
la Fuerza Aérea Uruguaya.
Cuando a través del Oficial de Enlace, horas más tarde
se recibe la “primera” información acerca de la necesidad de traslado hacia
Baraka, de inmediato se le puso en conocimiento al Oficial de Guardia del
Aeropuerto, que ya tenía conocimiento de datos, ruta y configuración necesaria
para realizar el vuelo, posibilitando de esta manera el despegue tan pronto se
diera el visto bueno por la MONUSCO, ya que la tripulación estaba en la
aeronave. Esto fue posible gracias al apresto y disposición de todos los
involucrados.
A las 17:45 y tras cerrarse el extenso camino de
autorizaciones internas y externas que demandan los protocolos de la ONU, llega
la orden de despegue para el helicóptero UN-807, bajo condiciones de lluvia leve
en Kavumu, no impidiendo esto que se realizara la misión sanitaria, siempre bajo
la consigna de que la Seguridad de Vuelo no se negocia jamás.
A las 21:05 el UNO 807 arribaba en Bukavu, finalizando
exitosamente la misión tras realizar un total de 3 horas de vuelo en condiciones
climatológicas adversas, como se puede apreciar en la imagen del radar de
abordo.
Este fue un claro ejemplo de que la coordinación entre
ambas unidades uruguayas, no hizo más que reafirmar los altos valores
profesionales y la camaradería existentes entre todos los Integrantes de las
Fuerzas Armadas uruguayas, dejando en alto el prestigio de ese país en
cumplimiento de Misiones de Paz de Naciones Unidas.
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