El Boeing 787-9 Dreamliner ha volado por primera vez,
iniciando así un completo programa de pruebas de vuelo para la certificación y
la entrega del avión a mediados de 2014.
El nuevo modelo de la eficiente familia 787 despegó de
Paine Field en Everett, Washington, a las 11:02 hora local y aterrizó a las
16:18 en Boeing Field, Seattle, después de completar un vuelo de 5 horas y 16
minutos.
"Este primer vuelo de hoy marca un hito importante
para nuestro equipo, así como para nuestros socios", comentó Ray Conner,
presidente y consejero delegado de Boeing Commercial Airplanes. "Estamos muy
orgullosos de que nuestros clientes puedan empezar a volar el 787-9 y a la
espera de entregar el primer avión a Air New Zealand el próximo año."
Durante el vuelo de hoy, el piloto director del proyecto 787-9, Mike Bryan, y el
piloto jefe del 787, Randy Neville, despegaron hacia el norte, alcanzando una
altitud de 20,400 pies (6,218 metros) y una velocidad de 250 nudos (alrededor de
288 millas o 463 kilómetros por hora), medidas habituales para un primer vuelo.
Los comandantes Bryan y Neville probaron los sistemas y estructuras del avión,
mientras los instrumentos a bordo transmitían datos en tiempo real a un equipo
de pruebas de vuelo de Boeing en tierra. "Hemos logrado mucho en este vuelo,
y ha salido realmente bien", dijo Bryan. "El 787-9 es un avión magnífico y
queríamos seguir volando."
Compuesto por dos motores Trent 1000 de Rolls-Royce,
el primer 787-9 estará acompañado en el programa de pruebas de vuelo por dos
aviones más, uno de los cuales contará con motores General Electrics GEnx. Estos
aviones se encuentran en la etapa final de montaje en la fábrica de Everett de
Boeing. En los próximos meses, la flota se someterá a una serie de pruebas y
condiciones para demostrar la seguridad y la fiabilidad del diseño del avión.
El 787-9 complementará y ampliará la familia 787,
ofreciendo a las compañías aéreas la posibilidad de aumentar sus rutas abiertas
con el 787-8. Con un fuselaje más largo que el 787-8 (20 pies o 6 metros más),
el 787-9 podrá llevar 40 pasajeros adicionales y llegar 300 millas náuticas más
lejos (555 kilómetros). Su rendimiento medioambiental es excepcional –un 20%
menos en consumo de combustible y una reducción en las emisiones de un 20% en
comparación con los aviones de tamaño similar. El 787-9 aprovecha el diseño
visionario del 787-8, ofreciendo las características preferidas por los
pasajeros: amplios espacios, ventanas regulables, grandes compartimentos
superiores, moderna iluminación LED, mayor humedad, menor nivel de altitud en
cabina, aire más limpio y conducción más suave.
Boeing entregará el 787-9 a su cliente de lanzamiento,
Air New Zealand, a mediados de 2014. Veinticinco clientes de todo el mundo han
encargado 388 unidades del 787-9, el 40% de la totalidad de pedidos del 787.
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