Mientras se dirigía a su
destino interceptó una conversación entre pilotos
de aeronaves que sobrevolaban el Aeropuerto de
Córdoba, en la que comentaban que otra aeronave
había intentado aterrizar dos veces allí sin poder
lograrlo debido a las condiciones climáticas, y dado
que la información vertida por el operador de la
torre de control de Córdoba sobre las condiciones
climáticas le resultó a su entender errónea, el
Comandante Porchetto cambió su frecuencia de radio a
la correspondiente al aeropuerto; entonces advirtió
que la aeronave en problemas era el vuelo 083 de la
empresa colombiana AVIANCA que cumplía su trayecto
con ciento veinte pasajeros a bordo de un Boeing 767,
el que tenía por destino EZEIZA pero había sido
cerrado mientras hacía su aproximación, por lo que
se dirigió a su alternativa n°2, CÓRDOBA, ya que
su alternativa n°1 era SANTIAGO y también había
sido cerrado.
A pesar de las nulas
condiciones climáticas para aterrizar, la torre de
control de Córdoba autorizó el procedimiento previo
al aterrizaje de esta aeronave cuyo comandante, el
capitán Jorge Mario Montoya Builes, tras varios
minutos de vuelo sobre la zona y ya iniciado el
procedimiento de aproximación es notificado de que
las condiciones climáticas habían empeorado y que
el aeropuerto estaba cerrado, ya que no funcionaba
allí el sistema instrumental de aterrizaje (ILS).
La conversación entre el
operador de la torre de control de Córdoba y el
comandante Montoya Builes del AVIANCA 087 tras
notificar el cierre de operaciones del aeropuerto fue
la siguiente:
- Montoya Builes: Córdoba,
¿Es posible la reparación del ILS?
- Torre Córdoba:
Negativo. Confirme intenciones.
- Montoya Builes: Me
declaro en emergencia por combustible.
¡Solicito instrucciones!
- Torre Córdoba: ¡Confirme
intenciones!
La torre Córdoba atendió
las solicitudes de otras aeronaves que transitaban
por su espacio aéreo, en vez de ordenar silencio de
radio por la declaración de emergencia del AVIANCA
087.
- Montoya Builes:
¡Córdoba! ¡Le recuerdo que estamos en
emergencia! Solicito instrucciones o un
aeropuerto alternativo.
- Torre Córdoba:
(Luego de un largo silencio) AVIANCA,
diríjase a su aeropuerto alternativo.
- Montoya Builes:
Córdoba era mi alternativa. Le repito que
estamos en emergencia.
- Torre Córdoba:
¡Diríjase a Rosario!
- Porchetto:
¡Atento AVIANCA! (Interrumpe el comandante
del Southern Winds 1508) Rosario virtualmente
cerrado. Tenés Mendoza a 250 millas y La
Rioja a 177 millas.
- Montoya Builes:
¿Entro en La Rioja con un Boeing 767?
- Porchetto:
¡En La Rioja entra el Boeing! Y tiene el ILS
operativo.
- Torre Córdoba:
¡AVIANCA! Confirme intenciones.
- Montoya Builes:
Me dirijo a La Rioja. Solicito informe
meteorológico.
- Torre Córdoba:
Lo voy a solicitar.
- Porchetto:
(Interrumpe nuevamente ante la ineficacia de
la torre Córdoba) ¡La Rioja está en
condiciones óptimas!
- Montoya Builes:
Me dirijo a La Rioja. ¡Solicito la ruta!
- Torre Córdoba:
322, a 8.000 pies de altura.
- Porchetto: (Interrumpe
nuevamente, ya que el nivel mínimo de vuelo
para superar las sierras es de 14.000 pies de
altura, y el AVIANCA 087 se dirigía hacia
ellas encontrándose a sólo dos minutos de
una inminente colisión) ¡Atento AVIANCA a
los niveles mínimos de altura!
Ante la actitud de la Torre
de control de CÓRDOBA y debido al desconocimiento de
la región, el comandante Porchetto guió al otro
avión.
- Montoya Builes:
Solicito 20.000 pies. Le recuerdo que estamos
en emergencia.
- Torre Córdoba:
Concedido. (Concluyó desde entonces la labor
del operador.)
A partir de ese momento los
pilotos cambiaron la frecuencia de sus equipos de
radio y el comandante Porchetto guió el comandante
Montoya Builes dándole los datos escenciales para
que este llegue hasta las inmediaciones del
Aeropuerto de La Rioja, ya que esta pista es
desconocida para los vuelos extranjeros.
El último contacto entre
ambos comandantes fue cuando el vuelo de AVIANCA se
encontraba bajo control de la Torre de LA RIOJA y
Montoya Builes le notificó a Porchetto que tenía
pista a la vista y asegurada, terminando su
comunicación diciéndole: "Dios te
Bendiga"... ¡Suerte!...
Hasta que el AVIANCA 087 no
tocó pista, tampoco lo hizo el Southern Winds 1508,
ya que la situación era tan caótica que el avión
comandado por Montoya Builes al momento de aterrizar
contaba con 2.900 libras de combustible, lo que le
alcanzaría para menos de 14 minutos de vuelo.
Respecto de las
responsabilidades de este suceso y las múltiples
cuasi colisiones ocurridas ese mismo día bajo la
responsabilidad de la Región Aérea Noroeste, al
día siguiente el Jefe de la Fuerza Aérea Argentina,
brigadier general Rubén Montenegro, relevó a los
ocho oficiales responsables encabezados por el
comandante de esa región aérea.
Asimismo, tras hacerse
públicos, tanto los sucesos como las sanciones a los
responsables, el comandante de Regiones Aéreas de la
Fuerza Aérea Argentina, brigadier Roberto de Saa,
admitió la responsabilidad de la institución y
advirtió que "lamentablemente no tenemos
mecanismos ni medios tecnológicos para dar
respuestas inmediatas a los hechos sucedidos".
Ante tales actitudes, cabe
destacar la labor desempeñada por el comandante
Marcelo Patricio Porchetto, quien ante la adversidad,
supo contener todas las deficiencias de los
mecanismos y de los medios tecnológicos,
reaccionando contra ellos y asumiendo su
responsabilidad más allá de sus obligaciones.
Con actitudes como la
descripta, el comandante del vuelo 1508 de Southern
Winds demostró que el valor y la vocación de
servicio son las cualidades que lo distinguen,
haciendo que la aeronáutica se convierta en una
actividad segura.
La empresa AVIANCA, a
través de su director de seguridad, René Marquez,
le entregó al Comandante Porchetto las insignias del
comandante Montoya Builes, en reconocimiento por su
accionar. Por otra parte, recibió la distinción de
la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA),
por su alto profesionalismo y su sentido de la
solidaridad, quienes dijeron que "sin la
intervención de este piloto, el avión de AVIANCA
nunca hubiera podido aterrizar".