Hom. Cámara de Diputados de
la Nación
INFORME
PRESENTADO POR EL DIPUTADO JORGE BALDRICH
EN
RELACIÓN AL
PROYECTO
DE LEY DE REFORMA LABORAL
Sesión
del 24 de Febrero de 2000
Señor Presidente:
Dada la coyuntura fiscal que atraviesa el país
resulta imperioso avanzar en reducir el desequilibrio
financiero del sector público para observar la
recientemente sancionada Ley de Responsabilidad
Fiscal. El cierre de la brecha fiscal, sin embargo,
debe lograrse imponiendo los menores efectos adversos
sobre la competitividad de la economía y, además,
teniendo en consideración cuál ha sido el
desarrollo fiscal de los últimos años.
En este sentido, una parte preponderante del
deterioro en las cuentas públicas se explica por la
evolución dispar del nivel del gasto público entre
el Gobierno Nacional y los Gobiernos Provinciales.
Efectivamente, en oportunidad de firmarse el
"Pacto Federal para el Empleo: la Producción y
el Crecimiento" en agosto de 1993 las Provincias
se comprometieron a que, si la recaudación
impositiva crecía de tal modo de llegar a un monto a
distribuirse entre las mismas de 800 millones por
mes, destinarían el excedente a la cancelación de
deudas o a la realización de erogaciones de capital
y financiamiento de programas de reformas. Este
compromiso provincial fue incumplido y los niveles
crecientes de recursos que recibieron las provincias
no se destinaron a esos fines sino, por el contrario,
se orientaron a financiar niveles crecientes de
gastos corrientes. Además, el endeudamiento
provincial creció sensiblemente reflejando el
desborde de los gastos (cuadro 1).
El aumento del déficit fiscal se explica, en una
parte relevante por el incremento en el gasto
destinado o las provincias y al incumplimiento
provincial del pacto 1993; por otra parte, el
incremento en el pago de intereses de deuda es una
consecuencia de los desequilibrios fiscales.
Efectivamente, el Gobierno Nacional consiguió
contener el gasto, especialmente el gasto
provisional, que implicó, como muestra el cuadro 3,
que las prestaciones provisionales sin incluir las
cajas provinciales transferidas permaneciera
prácticamente constante entre 1994 y 1999. Esto se
logró mediante la Ley de Solidaridad Previsional e
implicó un gran sacrificio de los jubilados y
pensionados nacionales.
Mientras la Nación y los jubilados y pensionados
realizaban estos esfuerzos, el conjunto de gobiernos
provinciales incrementó su recepción de
transferencias del Gobierno Nacional en más de 4000
millones de pesos entre 1994 y 1999 como lo evidencia
el cuadro 2.
Evidentemente ante la actual coyuntura económica
caracterizada por la recesión, el estrangulamiento
impositivo y el desempleo, resultaría
contraproducente asignar el costo del ajuste fiscal
requerido nuevamente a las empresas y ciudadanos de
todo el país. En este sentido, el ajuste fiscal
necesario para retrotraer el déficit a 4.500
millones anuales debe lograrse mediante dos vías.
Primero, la reducción de gastos de 1.400 millones de
pesos que ha planteado el Poder Ejecutivo. En segundo
término, 2.600 millones de pesos adicionales que
deberán obtenerse sin incrementar la carga
impositiva sino, por el contrario, mediante las tres
políticas que se detallan a continuación.
En primer término, y dada la dinámica de las
tranferencias a Provincias reseñada, se propugna
retener 100 millones de pesos mensuales de las
transferencias automáticas destinadas a las
Provincias que no provienen de la Ley de
Coparticipación Federal de Impuestos. Esto
redundará en un monto de 1200 millones de pesos por
año que se destinará a financiar el Fondo Nacional
de Incentivo Docente hasta completarlo y, el
excedente, se destinará a un Fondo de Garantías del
Endeudamiento Provincial.
En segundo lugar, y como instrumento tendiente a
reducir los niveles de evasión impositiva, esta
iniciativa contempla un capítulo que prevé la
bancarización de las operaciones financieras. Se
estima que el efecto de esta medida, y del mayor
nivel de actividad resultante por no incrementar los
impuestos será de 900 millones de pesos anuales.
Finalmente, el hecho de basar el cierre fiscal en
una mejora en la eficiencia del gasto público en
todos los niveles de gobierno evitando, de ese modo,
los efectos adversos sobre la competitividad y el
estrangulamiento impositivo, generará una caída
inicial del riesgo país y una salida más rápida de
la recesión. Este efecto evitará gastos de
intereses por el endeudamiento estimados en 500
millones de pesos anuales.
Jorge Baldrich
Diputado de la Nación