Los días 22 y el 24
de octubre se llevó a cabo un ensayo de Vehículos Aéreos Remotamente Tripulados
en el Centro de Experimentación y Lanzamiento de Proyectiles Autopropulsados
(CELPA) de la Fuerza Aérea Argentina ubicado en el departamento de Chamical,
provincia de La Rioja.
Los Vehículos Aéreos
Remotamente Tripulados son aeronaves pequeñas destinadas a hacer operaciones de
investigación, reconocimiento y búsqueda sin necesidad de ser conducidas por un
piloto a bordo, se manipulan desde estaciones de control terrestres equipadas
con un conjunto de ordenadores y/o dispositivos que monitorean y supervisan el
vehículo a través de cámaras y sensores.
La Fuerza Aérea
Argentina es la única en Sudamérica que optó por el desarrollo de esta
tecnología en lo que respecta a la construcción de la plataforma de vuelo como
así también en el know-how, en vez de adquirirlas en el mercado privado como lo
hacen los demás países que integran América del Sur.
Actualmente, la
Institución cuenta con dos tipos de Vehículos Aéreos Remotamente Tripulados:
Aukan clase I y Vigía clase II. El primero, de un pesaje no mayor a 100 kilos,
tiene como objetivo instruir y adiestrar al personal en el dominio técnico y en
el comando y control.
La segunda aeronave,
de mayor tamaño, tiene la misión de realizar tareas operativas de investigación,
búsqueda y reconocimiento (IRS) en zonas terrestres, marítimas o en el
aeroespacio de acuerdo a lo requerido por la operación. Para lograrlo cuenta con
cámaras de video que pueden estar ubicadas en el área frontal o inferior de la
aeronave.
El director general
de Seguridad Operacional Aeroespacial Militar de la FAA, brigadier Guillermo
Alsúa, dijo que el objetivo del ensayo era “obtener información para apoyar
los desarrollos de Ingeniería y lograr un producto final que pueda ser producido
en Argentina y por nuestra industria privada o estatal”.
Al respecto, el mayor
Sergio Juárez, encargado de la División de Ingeniería de Ensayos en Vuelo, se
sumó a la charla y explicó que la importancia de la tarea de su área “es
controlar los planes de ensayo para cumplir con las actividades en tierra y en
vuelo, como así también las de control de mantenimiento e integración de
aeronave, que son necesarias para optimizar los procedimientos de armado o de
ensamblado del vehículo en la fabricación”.
Concretar un proyecto
genera entusiasmo entre los miembros de un equipo que trabajan conjuntamente
para lograr un objetivo. Esa energía fluyó durante toda la jornada del domingo
23 de octubre en el Aeródromo Gordillo que comenzó con el ensayo del Vigía que
duró aproximadamente 23 minutos. Esto implicó que ingenieros aeronáuticos,
electrónicos y técnicos trabajaran desde el día anterior invirtiendo todo su
esfuerzo para que esté en condiciones de vuelo.
Otro grupo trabajaba
a la par poniendo en condiciones el Aukan para que tenga un vuelo exitoso y
pueda ser presentado en sociedad al día siguiente. Al respecto, la primer
teniente María Paz Rothlin, ingeniera electrónica, manifestó su orgullo de
participar en este proyecto de desarrollo nacional y dijo que “el grupo que
opera en el Aukan es excelente; hay una gran unión entre todos los integrantes
lo que nos permite evolucionar juntos tanto a nivel profesional como personal”.
Por su parte, el
comodoro Cunietti ,sumándose al sentimiento de orgullo de la joven ingeniera
expresó que “es una posibilidad muy interesante que nos brinda la FAA de
acceder al desarrollo de tecnologías de punta, en donde nuestros jóvenes
profesionales pueden integrarse y de alguna manera obtener la experiencia de
personal que participó en otros proyectos dentro del marco de operación y
desarrollo”.
Luego de un conciso
briefing para explicar los aspectos técnicos de los prototipos, el ministro de
Defensa recorrió las instalaciones de control terrestre y dialogó con el equipo
de trabajo de las aeronaves para finalmente presenciar las operaciones de vuelo.