El prototipo Clase 1
voló en el aeródromo de la V Brigada Aérea “Villa Reynolds”, en la provincia de
San Luis.
El objetivo de la
campaña fue avanzar en las tareas tendientes al control automático de la
aeronave y la integración con la Estación de Control Terrestre.
Los ensayos
realizados tuvieron un nivel de complejidad que se fue incrementando en etapas
sucesivas para el cumplimiento del vuelo automático. Estas etapas son despegue,
navegación, aproximación y aterrizaje.
El equipo de trabajo
estuvo integrado por miembros de la Dirección General de Investigación y
Desarrollo (DGID) con su Centro de Investigaciones Aplicadas (CIA) y Centro de
Ensayos en Vuelo (CEV), de la Escuela de Aviación Militar (EAM) y del Escuadrón
Operativo SART (dependiente del Grupo de Reconocimiento Aeroespacial de la II
Brigada Aérea de Paraná), oficiando la V Brigada Aérea como anfitriones atentos
para apoyar cualquier necesidad operativa y permitiendo al personal participante
conocer y disfrutar de las instalaciones y hospitalidad de esta gloriosa Unidad.
El Centro de
Investigaciones Aplicadas, CIA, tiene como objetivo realizar investigaciones
aplicadas, proyectos y desarrollos tecnológicos en el área aerospacial a fin de
satisfacer las necesidades y requerimientos de la Fuerza Aérea Argentina (FAA),
y del medio en que se desenvuelve y desarrolla sus actividades.
El CIA cuenta con una
dotación de 68 profesionales con dedicación de tiempo completo, de los cuales 58
están categorizados en el Régimen de Investigación y Desarrollo de las Fuerzas
Armadas.
En lo referente a su
participación en el área académica su aporte se da de dos maneras muy
interrelacionadas: por un lado, varios de los investigadores del IUA como de
otras Universidades, transfieren las experiencias adquiridas en los proyectos en
que actúan y, por otro lado, incorporando becarios graduados y estudiantes en
los diferentes proyectos que el IUA lleva a cabo. Por otra parte, a través del
CIA, este Instituto ha establecido una serie de convenios de cooperación en el
área de investigación y desarrollo con la Universidad Nacional de Córdoba (UNC)
y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).
Con respecto a la
labor de investigación y desarrollo, el CIA realiza proyectos propios de la FAA,
proyectos conjuntos con otras instituciones y proyectos en el área industrial de
asesoramiento y desarrollo de sistemas y subsistemas.
Entre los desarrollos
más trascendentes se pueden citar los siguientes:
Desarrollos en el
Área Espacial
En esta área se
desarrolló una serie de Cohetes sonda, dedicados al estudio de la alta
atmósfera, con una carga científica de 50 kg., a 150 km de altura, efectuándose
lanzamientos en Pampa de Achala, Puente del Inca, Chamica, Antártida Argentina y
hasta incluso en la República del Perú. Entre los más destacados se pueden
mencionar la serie Centauro, la serie Opión, la serie Castor y la serie Tauro.
También en el área de
cohetes de gran porte se destacan el programa Alacrán, cuyo objetivo estaba
centrado en adquirir la tecnología necesaria para desarrollar un portador
satelital, para lo cual se abordaron una serie de disciplinas conducentes a este
objetivo. Se realizaron dos experiencias en la base de Chamical.
Como desarrollo más
sobresaliente se destaca el programa Cóndor, siendo éste el desarrollo más
conocido tanto en el ámbito civil como militar, cuyo objetivo fue colocar una
carga científica (microsatélites) de aproximadamente 200 kg., en una órbita
terrestre baja hacia finales de 1990.
Desarrollos en el
Área Aeronáutica
Paralelamente a las
actividades mencionadas, el IIAE participó en diversos desarrollos de sistemas y
subsistemas aeronáuticas, entre los que podemos destacar como los más
trascendentes logros de la FAA los proyectos IA-55 Guaraní, IA-53 Mamboretá,
IA-58 Pucará, Avión de Transporte Liviano (ATL) y IA-63 Pampa
Desarrollos de
Microsatélites
El 4 de octubre de
1957 se inyecta en órbita el primer satélite artificial de la Tierra, iniciando
lo que algunos dieron en llamar la carrera espacial y otros, quizás más
visionarios, la era espacial. Casi 39 años después, el 29 de agosto de 1996,
desde el cosmódromo ruso de Plesetsk, se inyecta en órbita el primer satélite
artificial, concebido, diseñado, construido y calificado en Argentina,
denominado Víctor cuyos objetivos fueron:
El desarrollo y
puesta a punto de técnicas de Ingeniería de bajo costo en ambiente espacial.
Proveer a científicos
y técnicos de una herramienta apta para estudios sobre preservación del medio
ambiente y evaluación de recursos naturales.
Estimular el interés
de las ciencias especiales en universidades y colegios mediante su participación
activa.
La intención de
llevar tecnología argentina al espacio condujo al concepto de microsatélite, ya
en boga en los primeros años de esta década, como el único compatible con los
limitados recursos, tanto humanos, como materiales y financieros, disponibles o
factibles de obtener en plazos razonables hacia fines de 1991.
Los resultados
obtenidos demuestran que la misión propuesta se está cumplimentando con un
elevado porcentaje de éxito; no obstante, la valoración concreta de este éxito
reside en la posibilidad de capitalizar dichos resultados como experiencia
técnica ireemplazable y base cierta de trabajo para futuros desarrollos
tecnológicos en el rubro de microsatélites.
Otros Desarrollos
Se han desarrollado
también proyectos en las áreas RADAR, defensa y proyectos especiales en relación
con el quehacer aeroespacial, así como también proyectos para la industria.
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@FuerzaAerea_Arg
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