En el marco de la
Campaña Antártica de Verano 2017 - 2018, el 23 de febrero finalizó la apertura
de la Base Matienzo, que durante duró cuarenta días e integrada por diez
hombres, cumplimentó numerosas y esforzadas tareas.
Matienzo es una de
las dos bases que administra la Fuerza Aérea Argentina en la Antártida y, a
diferencia de Marambio, se abre de manera temporal durante las campañas de
verano para realizar tareas de apoyo al vuelo, mantenimiento de las
instalaciones, reabastecimiento, observación meteorológica y apoyo a la
actividad científica. La Base está ubicada en el nunatak Larsen, en los 64
58’27” de latitud S y 60 4’15” de longitud O, y a 186 km al sudoeste de
Marambio. Un nunatak es un afloramiento rocoso que emerge de un glaciar o el
mar, y en el caso del grupo Foca, donde se ubica Larsen, es de origen volcánico.
Al finalizar la CAV,
el vicecomodoro Lencina agregó: “Podemos dar cuenta que la Dotación 2018 ha
cumplido el cien por ciento de los objetivos establecidos para la presente CAV,
llevando consigo una experiencia personal y profesional única, no solo por la
naturaleza diversa de las actividades realizadas o por las características
ambientales sino por la belleza e historia del lugar”.
“Una mención especial
para los miembros de esta Dotación, que en el marco de una genuina camaradería,
han sabido cumplir sus deberes con responsabilidad, espíritu de sacrificio e
ingenio”, puntualizó el jefe.
La Dotación de la
Base Matienzo 2018 estuvo integrada por su jefe, vicecomodoro César Lencina; el
encargado de Base y Usina, suboficial ayudante Juan Fuentes Azurduy; los cabos
principales José Bute (plomero – gasista) y Gonzalo Bazán (encargado
Enfermería); los cabos primero Maximiliano Poggio (meteorología – encargado
ambiental) y José Ursini (encargado Equip. Comunicaciones); y los personales
civil Juan Benavente (comunicaciones), Martín Kearney (electricista), Alberto
Lobos (encargado cocina), Christian Jalaf López (encargado abastecimiento).
Los trabajos y los
días
“Matienzo es más
Antártida” expresaron varios de los integrantes de la dotación 2018 en
reiteradas oportunidades, en alusión a varios factores: mayor aislamiento que en
Marambio; comunicaciones sólo realizadas mediante radio HF, un grupo humano más
reducido, menor soporte logístico, funcionamiento del grupo electrógeno durante
cuatro o cinco horas diarias. No obstante, con ese mayor desafío, sumado a las
restricciones, la motivación fue mayor y la experiencia para algunos fue más
fascinante y estimulante.
Desde el mismo
despliegue a la Base se aventuraba un esfuerzo importante para la dotación. El
primer grupo en arribar a la zona, mediante avión DHC-6 Twin Otter de la
Escuadrilla Antártica de Vuelo “Águila”, llegó el 15 de enero por la tarde y
anevizó en un glaciar contiguo al nunatak y, desde el punto de descenso a la
Base, hubo que recorrer unos 1.200 metros de glaciar y pendientes. Los cinco
primeros integrantes de la dotación efectuaron la apertura de la Base y
comenzaron a trasladar la carga desde el glaciar. En tanto, el Águila realizó
otro vuelo con 500 kg de carga general. El segundo grupo arribó por la tarde en
el helicóptero MI-171E, junto a otra parte de la carga.
Tras el cálido saludo
entre compañeros, ya reunida toda la dotación, recorrieron las instalaciones y
comenzaron a trasladar la carga de mayor prioridad desde el glaciar a la Base,
sólo con medios manuales y un gran esfuerzo físico. En total, 2 toneladas y
media de carga general, víveres, equipamiento, combustible, tubos de gas, chapas
y otros elementos para mantenimiento. Esa primera ardua jornada sin noche y con
un largo crepúsculo, finalizó a las 5 AM con la primera antena montada y el
equipo básico de comunicaciones y otros servicios ya operando.
Los días
subsiguientes se desarrollaron con mucha actividad y extensas jornadas
laborales, mientras la dotación se familiarizaba con las instalaciones, se
continuaba trasladando carga y se iniciaban las tareas de mantenimiento
programadas y otras eventuales.
Mientras tanto, se
daban en simultáneo las tareas domésticas: limpieza, orden, comidas, provisión
de agua (acopiando nieve en tambores metálicos para derretir), todas realizadas
en armonía y con un sólido espíritu de equipo. Las características más
sobresalientes de esta dotación fueron el inquebrantable entusiasmo, estímulo y
solidaridad para encarar todos los trabajos y los desafíos propuestos.
Las tareas básicas de
las instalaciones incluyeron enchapado total de los techos de Comunicaciones y
de la Casa de Emergencia; impermeabilización del alojamiento principal; tareas
de pintura exterior e interior, mantenimiento preventivo y correctivo de los GEL
(Grupos Electrógenos); reparación básica de vientos y tensores de torres de
antenas; construcción de una barra en el Salón Comedor; mantenimiento del Museo
y la Biblioteca; ampliación de la instalación eléctrica de 12V (con baterías)
para iluminación interior.
Además, en el marco
de la reducción de residuos históricos, se hicieron limpiezas y recolección de
residuos en toda la periferia de la Base e incluso, durante la bajamar, en la
costa norte del nunatak. Los residuos, una vez clasificados, son almacenados y
sellados en tambores metálicos rotulados y dispuestos en sectores específicos
hasta ser evacuados por vía marítima. En cumplimiento de la mejora continua
propuesta por la Política Ambiental de la FAA y de Seguridad, se colocó en los
distintos edificios de la Base cartelería de seguridad y de clasificación de
residuos.
También, a pedido de
los científicos de la Dirección General del Antártico (DNA) se desmontó y envió
a Marambio una cámara automática tipo domo junto a instrumental y equipamiento
electrónico.
Las comunicaciones
En Matienzo el
servicio se centra en el uso de la radio, en bandas de HF (High Frecuency,
porción del espectro de radio comprendido entre los 3 y 30 MHz), con enlaces
diarios con Maramio para envío de información meteorológica, recepción de
pronósticos, coordinaciones operativas y comunicaciones particulares.
Además, la estación
presta apoyo radioeléctrico a otras bases, aeronaves, buques, y campamentos
científicos de la DNA.
En esta oportunidad,
también se contó con servicio de VHF aeronáutico para apoyo al vuelo, VHF de uso
terrestre para uso de los distintos servicios de la base, y la disponibilidad de
un teléfono satelital para situaciones de emergencia.
La estación de radio
Tras más de diez años de permanecer inactiva, personal de la Dotación 2018 de la
Dirección de Asuntos Antárticos activó la Estación de Radioaficionados LU1ZAB
Matienzo. Radioaficionados de las ciudades de Buenos Aires, Trelew, Río Cuarto,
Comodoro Rivadavia y Quilmes, entre otras, sirvieron de puente para hacer los
primeros contactos radiales entre integrantes de la dotación y sus familias,
ampliado luego, mediante el servicio de radiollamadas (phone-patch, vínculación
del equipo de radio con la línea telefónica) a través de la Base Marambio. Así,
el servicio que históricamente prestan las estaciones de radioaficionados pudo
ser utilizado de manera directa por quienes cumplen tareas en la Antártida.
La estación LU1ZAB
permitió contactar a 1.034 estaciones de la Argentina y del exterior, y mediante
un equipo básico de campaña se lograron comunicaciones con operadores ubicados
en sitios tan disímiles y alejados como Turquía, Ucrania, Rusia, Finlandia,
Canadá, Sudáfrica y otros.
El sistema utilizado
en la estación de radioaficionados LU1ZAB dispuso de varias antenas, lo que
permitió experimentar capacidades y rendimientos, una de las funciones
esenciales de este servicio de comunicación alternativo. La alimentación
eléctrica, restringida por los horarios de encendido de la usina, se complementó
con baterías de 12V, algunas de ellas cargadas con paneles solares.
Luego de muchos años,
LU1ZAB permitió restablecer en Matienzo un puente comunicacional histórico que a
la par del servicio, contribuye al fomento de la soberanía argentina en la
región, siendo que la activación de estaciones argentinas de este tipo son
infrecuentes. La activación prestigió el servicio y la presencia de la FAA en la
Antártida, de acuerdo al testimonio de muchos de los corresponsales radiales
contactados. Con la activación radial de Matienzo, la FAA fue la única fuerza
que en los últimos años activó todas sus bases antárticas.
Energías renovables
La dotación 2018, por
primera vez en la historia de la Base, utilizó paneles solares fotovoltaicos
para complementar el servicio eléctrico. Si bien la escala de uso fue reducida y
experimental, se verificó la factibilidad de instalación y uso de este tipo de
generación eléctrica para una base como Matienzo, de dimensiones y consumo
eléctrico acotados.
Los paneles
permitieron todos los días de la campaña (aún bajo condiciones de nevadas y
cielo totalmente nublado) cargar baterías de 12V de plomo ácido utilizadas por
el Servicio de Comunicaciones y para iluminación interior del alojamiento, como
así también baterías de los dispositivos móviles.
Fuente: Dirección de Asuntos Antárticos
Fuerza Aérea Argentina en Twitter
@FuerzaAerea_Arg
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