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La noche del día 30 de diciembre pasado nos golpeó a todos fuertemente, por la magnitud de lo sucedido y por el dolor insoportable de los que sobrevivieron y de los familiares y amigos de quienes han muerto. A medida que uno va teniendo mayor aproximación a todas las consecuencias que se derivan de lo acontecido esa noche, los sentimientos empiezan a mezclar con las reflexiones. Primero es el estupor, después la profunda tristeza, luego la importancia junto con el fuerte impulso de querer “hacer algo” intentando ayudar a quienes no encuentran ningún consuelo . . .Seguramente todos quienes estamos aquí hemos sentido estas cosas y las seguimos sintiendo. Y cuando aparecen las primeras reflexiones es cuando aparece, tal vez como nunca, antes en la vida de cada uno de nosotros, la conciencia de lo trascendente que resulta ante esta circunstancia el ejercicio de la mayor responsabilidad en el marco de nuestras facultades y obligaciones. Hace muchos años que nos llenamos la boca hablando de las necesidades de recuperar nuestras instituciones, de rescatar a la política del lucro opaco y sospechoso que ocupa en la consideración de la gran mayoría de la gente, de que la República no es una dádiva sino una conquista que día a día debemos lograr . . . Hace mucho tiempo que somos conscientes de lo imprescindible que resulta la concreción de un Estado motor y garante de la ciudadanía plena. Un Estado sin víctimas de la pobreza, sin víctimas de la inseguridad, del desempleo, de la marginación, del abandono, de la mentira, de la injusticia, del abuso, del engaño… Un Estado en el que los ciudadanos no sean beneficiarios ni víctimas, sino sujetos plenos de derechos civiles, políticos y sociales. Hace demasiados años que nos prometemos ante cada situación en la que la irresponsabilidad convocó a la desgracia que ahora si . . .ahora estamos frente a un antes y un después, que no nos pueden seguir sucediendo estas cosas y que … ahora si . . ., ahora vamos a hacer las cosas con responsabilidad y compromiso. Quienes conformamos esta bloque de diputados creemos que en lo sucedido la noche del 30 de diciembre se conjugaron la desidia, la irresponsabilidad, la presencia de un Estado permisivo, la ausencia de una cultura que da valor a la vida propia y la del que tenemos a nuestro lado, la impericia . . .como relata el ensayista Kovadloff en su reflexión pública por el diario La Nación el día 2 de enero: “…la muerte fue convocada el último jueves de diciembre. Alentada a hacerse presente por la inseguridad criminal de quienes, exceptuados de todo control, rifaron la vida de sus prójimos en el altar de los negocios fáciles…” y sigue: “Esperarlo todo del Estado es absurdo. No exigirle nada es suicida. Los cómplices de la desgracia existen. No estamos ante las consecuencias pavorosas de un arrebato ciego de la naturaleza. Estamos ante un acto criminal favorecido por la desaprensión y por la perversidad que la inspira. Estamos ante un delito mayor con responsables mayores. ¿Hasta dónde hay conciencia entre nosotros, de qué, en la Argentina, son chicos y jóvenes los más jaqueados por la destrucción? ¿De que los marginados son, en su enorme mayoría, chicos y jóvenes con su futuro clausurado por el olvido y el menoscabo?¿De qué son chicos y jóvenes principalmente los que en este país son arrojados al delito como una rutina de supervivencia?...¿De qué son chicos y jóvenes los que primeramente terminan expuestos a la muerte por asfixia, fuego y abandono con aterradora frecuencia, , como ayer fueron otros jóvenes e incluso otros chicos, a manos de otras violencias? El maremoto reciente, con su terrible energía, viene a decirnos que seguimos siendo criaturas inermes en un universo ciego. La tragedia del barrio de Once no admite resignación. Exige justicia. Exige el rigor de la ley y la rotundidad de una investigación radical. El nacimiento de una buena vez, de un Estado responsable”. Mis compañeros de Bloque y quien habla, estamos convencidos de la necesidad imperiosa de actuar ante tamaña desolación con la más alta responsabilidad y recurriendo solo a los mecanismos institucionales previstos por nuestra Constitución en el más honesto y efectivo ejercicio de nuestras facultades como representantes de los vecinos de nuestra Ciudad. Nuestra obligación es dar una respuesta institucional, tratando de evitar que una vez más ante situaciones como ésta se trate de pasar de largo, de ocultar información, de no saber dónde efectivamente están las fallas del sistema del que nos hablaba el Jefe de Gobierno en su aparición sorpresiva ante los Presidentes de Bloque el día miércoles pasado. Y la Constitución es muy clara. En su artículo 83 nos dice: “La Legislatura puede: 1- Requerir la presencia del Gobernador, de los Ministros y demás funcionarios del Poder Ejecutivo, y de cualquier funcionario que pueda ser sometido a Juicio Político. La convocatoria debe comunicar los puntos a informar o explicar y fijar el plazo para su presencia”. Y cuando se refiere a las atribuciones y deberes del Jefe de Gobierno, en su artículo 102 y dice: “El Jefe de Gobierno tiene a su cargo la administración de la Ciudad, la planificación general de la gestión y aplicación de las normas. Dirige la Administración pública y procura su mayor eficacia y los mejores resultados en la inversión de los recursos. Participa en la formación de las leyes según lo dispuesto en esta Constitución, tiene iniciativa legislativa, promulga las leyes y las hace publicar, las reglamenta sin alterar su espíritu y las ejecuta en igual modo. Participa en la discusión de las leyes, directamente o por medio de sus ministros. Publica los decretos en el Boletín Oficial de la Ciudad dentro de los treinta días posteriores a su emisión bajo pena de nulidad”. Y en el artículo 104- que enumera sus atribuciones y facultades- inciso 11: “Ejerce el poder de policía, incluso en los establecimientos de utilidad nacional que se encuentren en la Ciudad”. Tenemos la convicción de que esta convocatoria que queremos hacer al Jefe de Gobierno refuerza la democracia y las instituciones de nuestra Ciudad. La noche del 30 de diciembre se violaron demasiadas normas: 1) El local funcionó ese día en contravención a la ley al encontrarme vencida su habilitación. El certificado técnico anual expedido por la Superintendencia e Bomberos de la PF expiró el día 24 de noviembre, venciéndose automáticamente la habilitación del local. Según lo establece la ordenanza 50.250/96, una vez que caduca la certificación de bomberos, el local debe ser clausurado. Textualmente la ordenanza establece: “Ante la falta de cumplimiento de estas condiciones se determinará la clausura del local en infracción”. 2) “Los dueños del local no dieron aviso al GCBA de las modificaciones realizadas en el interior del local. El Gobierno de la Ciudad da por supuesto que todos los responsables de broches cumplen al pié de la letra con la normativa vigente y por eso no ejerce el Poder de Policía que tiene a su cargo? ¿Es por esa razón que se dejó pasar el hecho de que las puertas de emergencia se encontraran cerradas con candado, alambres y una valla, de que los materiales del interior del local eran altamente inflamables y tóxicos, de que se permitiera entrar 3 o 4 veces más de la cantidad de gente que podía permitirse entrar, de que se permitió el ingreso de menores cuando toda la normativa lo prohíbe, de que las instalaciones no se encontraban debidamente protegidas contra incendio, de que en el local funcionaba una guardería para niños en forma totalmente ilegal…? Vuelvo a preguntar: El Gobierno de la Ciudad, ¿da por supuesto que todos los responsables de boliches cumplen al pie de la letra con la normativa vigente y por eso no ejerce el Poder de Policía que tiene a su cargo? La tristísima noche del 30 de diciembre tiene muchos responsables: los que la provocaron y los que permitieron que sucediera haciéndose los distraídos cuando, en realidad, era su obligación como funcionarios del Estado Municipal, hacer que se cumplan las normas vigentes, lo que hubiera evitado la catástrofe. No aceptamos la explicación basada en la falta de legislación. No es cierta. Ante una de las más prudentes pero concretas herramientas que nos da la Constitución de la Ciudad para ejercer nuestra responsabilidad como representantes políticos de la gente de la Ciudad de Buenos Aires ante nuestra ineludible obligación de informarnos y analizar todo lo acontecido para poder encontrar la verdad y solo desde allí intentar encontrar la justicia y un futuro diferente, ante la innegable sospecha de toda la sociedad respecto de las deficiencias del accionar del Gobierno de la Ciudad en el ejercicio del poder de policía que le compete, ante la documentación que indica claramente la advertencia que se había realizado desde los organismos de control de la GCBA y la propia Legislatura requiriendo informes sobre la acción del gobierno ante la verificación de las condiciones de seguridad de estos locales, ante las facultades y atribuciones que la Constitución de la Ciudad le da al Jefe de Gobierno, ante la convicción que tenemos de que la única manera de empezar a cambiar es actuando en el estricto marco que nos da la ley y que nos marca la institucionalidad, de cara a la gente, con todos los costos que ello implique, por el verosímil social acerca de las verdaderas intenciones que tenemos en cada una de nuestras acciones los dirigentes políticos, y finalmente: ante la contundencia de lo sucedido: se han muerto 190 personas y están entra la vida y la muerte muchos compatriotas más…se han quedado padres sin hijos e hijos sin padres…yo les ruego colegas diputados de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires: HAGAMOS LO QUE NOS CORRESPONDE HACER, ENVIEMOS AL JEFE DE GOBIERNO LOS CUESTIONARIOS QUE HEMOS ELABORADO CON LA CANTIDAD DE INFORMACION QUE NECESITAMOS Y LA CANTIDAD DE DUDAS QUE TENEMOS, PARA PODER LLEGAR A LA VERDAD…Y CITEMOSLO AL RECINTO PARA QUE NOS INFORME Y NOS EXPLIQUE, TAL COMO PREVEE NUESTRA CONSTITUCION, QUE ES LO QUE REALMENTE SUCEDIÓ ANTES, DURANTE Y DESPUES DE ESA NOCHE TAN DOLOROSA, Y CUALES SON LAS PREVISIONES, LOS PROYECTOS Y LAS ACCIONES QUE ESTA PENSANDO DE AHORA EN MAS. Y SI NO LO HACEMOS, ENTONCES PRESENTEMOS YA UN PROYECTO DE REFORMA DE LA CONSTITUCION QUE ELIMINE ESTA HERRAMIENTA, PORQUE SI EN ESTA CIRCUNSTANCIA NO DEBE NI PUEDE CONVOCARSE AL JEFE DE GOBIERNO A INFORMAR Y EXPLICAR LOS HECHOS A LOS LEGISLADORES DE LA CIUDAD, LA PREVISION CONSTITUCIONAL YA NO TIENE NINGUN SENTIDO. Bajar el texto en formato Word
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