El 22 de julio tras
el aterrizaje del Hércules C-130 y posterior recepción de un vuelo logístico de
combustible de tipo Gas Oil Antártico (GOA), vital para el funcionamiento de la
usina de la Base Marambio, se realizó por primera vez una maniobra de “descarga
en combate”.
Vivir en el
Continente Blanco, sometido a bajas temperaturas y limitados recursos, el
ingenio del personal que trabaja en las Instalaciones de la Base es
indispensable para resolver las eventualidades que se puedan presentar. Fue así,
que debido a una falla técnica del autoelevador sólo quedaban dos caminos: la
descarga manual de los cuarenta y ocho tambores de 200 litros de GOA, difícil,
lenta y con riesgo para el personal o la “descarga en combate” nunca antes
realizada en Marambio.
La “descarga en
combate” consiste, básicamente, en preparar la rampa de la aeronave, liberar las
trabas de las placas de carga (pallets) y de manera sincronizada, elevar la
potencia de los motores para mover unos metros el avión , y de este modo, debido
a la inercia de la carga que está colocada sobre rodamientos, lograr el
desplazamiento de las placas de carga hasta su expulsión.
Al respecto, el
comandante del avión, vicecomodoro Marcelo Pulenta, explicó que: “la descarga
en combate es un procedimiento que se lleva a cabo en lugares donde la
permanencia del avión debe ser muy reducida y no se dispone de elementos para
descargarlo. En este caso, debido a las bajas temperaturas de Marambio, era lo
más seguro para salvaguardar la integridad del personal como de la aeronave”.
Por su parte, el
navegador del C-130 matrícula TC-66 y jefe del Departamento Técnico de la
Dirección de Asuntos Antárticos, vicecomodoro Lucas Carol Lugones expresó:
“Esta misma tripulación habíamos entrenado días atrás en el Ejercicio Integrador
Cobra en este tipo de técnicas operativas, por lo que no dudamos en realizarla
ante la contingencia de las máquinas de apoyo terrestre”.
Para quienes
presenciaron la maniobra en terreno, el desarrollo del procedimiento fue
impecable, el movimiento del avión fue lento, sin sobresaltos, del mismo modo
que la caída de las placas en terreno. Ninguno de los tambores de carga sufrió
daños, y posteriormente el personal de dotación de la Base Marambio procedió a
su traslado y disposición.
Según los registros,
nunca antes se realizó una maniobra así en Marambio, lo que llena de
satisfacción a sus protagonistas y a la Fuerza Aérea por el profesionalismo y la
predisposición de sus integrantes, que ante las contingencias, responden de
manera rápida y eficaz.