Argentina participa
desde la Patagonia en la exploración del lado oculto de la Luna, brindando
soporte de comunicaciones en tierra a través de la estación instalada en Bajada
del Agrio, provincia de Neuquén, por acuerdo de cooperación espacial
internacional entre la China Satellite Launch and Tracking Control General (CLTC)
y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE).
En horas de la
madrugada del lunes 21 de mayo de 2018 estuvo todo dispuesto en la Estación CLTC-CONAE-NEUQUEN
para el seguimiento, comando y adquisición de datos del satélite chino de
Comunicación Remota ‘’QueQiao’’, puesto en órbita desde el Centro de Lanzamiento
de Satélites de Xichang, en el suroeste del país asiático. Su misión es asegurar
la comunicación con el Módulo Lunar Chang-E 4, cuyo lanzamiento está previsto
para fin de este año, por el Programa Chino de Exploración Lunar (CLEP), que
busca investigar el lado oculto de la Luna, sitio de muy difícil comunicación
con nuestro planeta, lo que representa uno de los mayores desafíos para realizar
la misión.
El Satélite “QueQiao’’
(Puente Urraca, en alusión a una leyenda china sobre el puente formado por estas
aves), fue lanzado exitosamente en las primeras horas del día lunes 21 de mayo
de 2018, y será responsable de transmitir señales a las estaciones terrestres,
entre ellas la Estación CLTC-CONAE-NEUQUEN, y al Modulo Chang’e-4. Según informó
Zhang Lihua, supervisor del proyecto del satélite de retransmisión QueQuiao,
"unos 25 minutos después del despegue, el satélite se separó del cohete y entró
en la órbita de transferencia Tierra-Luna. Posteriormente se desplegaron los
paneles solares y las antenas de comunicación. De acuerdo con lo planeado,
QueQiao entrará en una órbita de halo alrededor del segundo punto de Lagrange
del sistema Tierra-Luna, a unos 455.000 kilómetros de nuestro planeta. Así se
convertirá en el primer satélite de comunicaciones que opera en esa órbita. La
misión debe superar muchos desafíos, incluyendo múltiples ajustes en su órbita,
frenar cerca de la Luna y aprovechar la gravedad lunar", dijo Zhang.
En una popular
leyenda china, las urracas forman un puente con sus alas para permitir a Zhi Nyu,
la séptima hija de la Diosa del Cielo, reunirse con su esposo. Los científicos e
ingenieros del proyecto esperan que el satélite QueQuiao forme un puente de
comunicación entre la cara oculta de la Luna y los controladores en Tierra.
Entre ellos está la estación CLTC-CONAE de Neuquén, para monitorear la nave,
asegurar la conectividad para la transmisión de comandos desde la Tierra en
tiempo real, mejorar la capacidad de respuesta ante casos de emergencia, y
recibir los datos científicos generados por la misión.
Los desafíos de
QueQiuao: ¿Cómo resolver el problema de comunicación entre la Tierra y las
misiones chinas de exploración de la Luna? La mejor manera es ubicar un satélite
de retransmisión en el punto denominado “L2 Lagrange Tierra-Luna”, desde donde
se puede "ver" permanentemente el lado oculto de la luna, y a su vez tener
visible también a la Tierra, para así asegurar a la próxima nave Chang-E 4 un
alunizaje suave, y garantizar un exitoso trabajo de soporte, monitoreo y control
de la misión sobre la superficie lunar.
Los puntos Lagrange
son las ubicaciones entre dos cuerpos celestes, donde uno orbita al otro, y se
equilibran las fuerzas gravitacionales de ambos, lo que permite a un satélite
quedar acompañando al objeto de menor peso en su movimiento alrededor del otro
de mayor peso.
Hay cinco puntos de
Lagrange entre la Tierra y la Luna (los puntos de Lagrange Tierra-Luna). Para la
misión Chang-E 4 de aterrizaje a la parte oculta de la Luna, es imprescindible
volar hacia el punto L2.
La órbita en L2 es
una ubicación ideal, con las siguientes ventajas:
1. La fuerza de
gravedad de la Tierra y la Luna se compensan permitiendo que el satélite de
retransmisión y la luna orbiten alrededor de la tierra, de forma tal que el
satélite es continuamente visible desde la Luna y desde la Tierra, y así
proporcionar el servicio de retransmisión permanente;
2. Las condiciones de
iluminación son buenas, y la nave espacial rara vez está bloqueada por la Tierra
o la Luna;
3. La influencia de
la Tierra y la Luna es pequeño, por lo tanto el mantenimiento orbital requerido
para el funcionamiento a largo plazo del satélite es pequeño. En otras palabras,
permitirá ahorrar combustible.
El Satelite
QueQuiao, tiene una masa de 425 kg y una esperanza de vida de más de 5 años.
Posee una Antena parabólica de 5 metros de diámetro, para la función principal
de transmisión de comunicaciones, paneles solares para generar energía, y tres
largas antenas de 5 metros cada uno para realizar observaciones
radioastronómicas en baja frecuencia. Asimismo lleva un retroreflector laser
para realizar experimentos entre el Satélite y los sistemas de “Lunar Laser
Ranging Systems” (LLRS) en Tierra, a una distancia máxima de 460.000km. De
materializarse, será un nuevo record de distancia alcanzada en mediciones laser.
La misión también
lleva a bordo dos microsatélites, Longjiang 1 y 2 para orbitar la Luna y
realizar observaciones astronómicas en onda ultra larga, para investigar el
amanecer cósmico, estudiado desde un ambiente silencioso, para detectar señales
débiles emitidas por los cuerpos celestes remotos en el espacio profundo. La
misión ya se encuentra en la órbita de transferencia Tierra Luna.
Microsatélites
Longjiang 1 y 2 de 45 kg. de peso cada uno, para realizar mediciones
radioastronómicas, llevan una cámara micro-optica desarrollado por Arabia
Saudita, y un equipo radio de comunicaciones.
Una ventana a la
exploración de la Luna en la Patagonia: La Argentina se suma de esta manera a
las iniciativas de exploración del espacio profundo, mediante convenios de
colaboración cooperativa con los principales actores en la materia a nivel
mundial, para dar -en el marco del uso pacífico del espacio ultraterrestre-,
apoyo a proyectos de desarrollo tecnológico que benefician a nuestro país. Por
este acuerdo con el organismo espacial chino, la CONAE obtiene el acceso a 10%
de tiempo de uso de la antena para el desarrollo de proyectos de investigación
científica nacional y de cooperación regional e internacional, permitiendo a
nuestros científicos el acceso a una tecnología de avanzada para la exploración
interplanetaria. Asimismo la CONAE tiene la posibilidad de instalar equipos en
el sitio, para realizar proyectos de interés particular para la Argentina.
La CONAE tiene
la misión de proponer y ejecutar un Plan Espacial Nacional, que tiene el
carácter de Plan Estratégico para las actividades espaciales, estableciéndose
como una clara Política de Estado de prioridad nacional.
El objetivo fundamental del Plan es el desarrollo del conocimiento y la
tecnología en el campo espacial que se concreta a través de tres componentes:
Observación de la Tierra, Exploración y utilización pacífica del espacio
ultraterrestre y Desarrollos tecnológicos para uso espacial.
En el año 1961 se creo la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales (CNIE),
en el ámbito de la Fuerza Aérea Argentina. Su primer presidente fue el Ing.
Teófilo Tabanera, en cuyo honor el Centro Espacial de la CONAE en Córdoba lleva
su nombre.
La CNIE, a través de convenios con organismos nacionales e internacionales,
realizó las primeras experiencias científicas de estudios atmosféricos en el
hemisferio Sur mediante el lanzamiento de cohetes y globos estratosféricos.
Durante las décadas 1960 y '70 a través del Instituto de Investigación
Aeronáutica y Espacial dependiente de la entonces la Fabrica Militar de Aviones
(FMA), se desarrolló una familia de cohetes-sonda de una y dos etapas, el Orión,
el CANOPUS, el Rigel y el Castor, con los cuales se realizaron lanzamientos
desde Chamical, La Rioja, con cargas útiles científicas.
El Primer Curso Latino Americano en Investigación Espacial dictado por
especialistas de la NASA, de las Universidades de Harvard, Iowa y Rice, se
realizó en el Centro Atómico Bariloche, Río Negro, con participación de
profesionales de Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Argentina.
En 1991, se creó la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), como
ente civil dependiendo de la Presidencia de la Nación, pasando en 1996 al ámbito
del Ministerio de Cultura y Educación, a través de la Secretaria de Ciencia y
Tecnología y ese mismo año a depender del Ministerio de Relaciones Exteriores,
Comercio Internacional y Culto; en el año 2012 pasó a depender del Ministerio de
Planificación Federal, Inversión Pública y Servicio.
El 26 de Enero de 2016 la CONAE fue transferida a la órbita del Ministerio de
Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva a través del Decreto 242/2016.
Más información en conae.gov.ar
En Twitter CONAE_Oficial
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