Alumnos, pilotos y
mecánicos de la Escuela de Aviación Naval (ESAN) se desplegaron desde la Base
Aeronaval Punta Indio hasta la Base Aeronaval Comandante Espora para realizar
diferentes actividades de adiestramiento y académicas.
El escenario de la
Base Aeronaval se vio transformado con la presencia de aviones Turbo Mentor y un
B-200 de la Escuadrilla Aeronaval de Vigilancia Marítima, que prestó su apoyo al
despliegue.
En este marco, los
alumnos del Curso Conjunto de Aviador Militar se encuentran culminando la etapa
de radioinstrumentos que se inició en las instalaciones de la ESAN y finaliza en
Espora. “Esta etapa básicamente es aprender a volar el avión en condiciones
instrumentales, con mala meteorología, no en forma visual sino por los
instrumentos y las ayudas que tiene el avión”, explicó el Director de la
Escuela de Aviación Naval, Capitán de Corbeta Scott Dewey.
“Iniciamos una
parte en Punta Indio y la segunda etapa es en la Base Espora. Acá además hacemos
el adiestramiento anual de cabina invertida, ejercitación de heed, arrastre y
todo lo que nos posibilitan estas instalaciones”, agregó. “Cada vez que
venimos, aprovechamos para que todos los pilotos, los mecánicos y quienes tengan
alguna actividad arriba del avión o puedan tenerla, realicen estos
adiestramientos”.
Asimismo destacó la
importancia del cambio de escenario y el plus que eso significa para los
alumnos. “Es un aeropuerto diferente al que están acostumbrados; aquí se les
empieza a mostrar aeronáuticamente hablando el mundo que los va a rodear una vez
que egresen. Además conocen la base, las escuadrillas y la actividad propia de
Espora, donde la gran mayoría va a terminar después pasando o haciendo su
carrera como piloto”.
El Guardiamarina Juan
Manuel Bonzini, alumno del Curso Conjunto de Aviador Militar, explicó que
“nosotros cursamos en la ESAN tres etapas que fueron las de seguridad, precisión
e instrumental básico y acá venimos por la cuarta etapa que es radioinstrumentos”.
Asimismo detalló que
ésta “es una experiencia muy enriquecedora para nuestra formación como
futuros aviadores porque podemos tener contacto con otros hangares, otra pista,
el personal de acá”.
Por su parte, el
Guardiamarina Martín Casal expresó: “Además de toda la formación instrumental
que estamos teniendo, nos enriquece como futuros pilotos para poder vivir una
experiencia distinta en un aeródromo que no es conocido para nosotros”.
Fuente:
Armada Argentina