Proyecto de Resolución
El
Senado y la Cámara de Diputados sancionan con fuerza
de Ley, etc.
Segunda Parte
FUNDAMENTOS
Señor
Presidente
Introducción
A
pocos días de haberse cumplido el octavo aniversario
del atentado a la Embajada de Israel y a casi seis
años del atentado a la AMIA, poco o casi nada se ha
avanzado sobre las investigaciones y los presuntos
móviles que llevaron a su ejecución.
Durante
este tiempo, varios medios de comunicación masiva,
periodistas, publicaciones, organismos
internacionales, organizaciones vinculadas a la
causa, como la asociación Memoria Activa, han
denunciado sistemáticamente las irregularidades que
se llevaron a cabo en el proceso judicial, la
manipulación y desaparición de pruebas e inclusive
han llegado a peticionar ante instancias
internacionales, como la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos, para denunciar la actitud adoptada
por la administración anterior con respecto al
desarrollo que habían tomado los acontecimientos.
En
varias oportunidades, se ha denunciado, claramente,
la impunidad que imperó en el anterior gobierno y la
falta de investigación de algunas pistas que surgen
del mismo expediente judicial. Sin entrar en los
pormenores, debemos decir que no existe explicación
alguna, ni desde la perspectiva, judicial ni desde el
mismo sentido común, para desechar con tanta
vehemencia pistas investigativas que hubieran podido
ayudar al esclarecimiento de estos atentados. Sin
embargo, el gobierno anterior desestimó de plano
toda referencia a lo que popularmente se dio en
llamar la Pista Siria de los atentados.
¿Por
qué la sola posibilidad de que factores cercanos al
gobierno sirio o del mismo estado sirio hayan tenido
que ver con los atentados perpetrados en nuestro
país, causa tanto rechazo?. La sola mención de la
pista siria ha sido objeto de críticas sin
fundamento, tanto por el juzgado que lleva la causa,
como por los organismos de seguridad e inteligencia
que colaboran con las tareas de investigación que
coordina el juez Juan José Galeano.
Sin
embargo, y ampliaremos más adelante, como
consecuencia de la negligencia de los servicios de
seguridad --recordemos que la dirección del
Departamento de Protección del Orden Constitucional
tiene a varios de sus integrantes procesados por mal
desempeño de los deberes de funcionarios públicos--
han desaparecidos cintas de grabación que vinculaban
a determinados personajes con los principales
sospechados, se han desestimados allanamientos de
extranjeros que estaban íntimamente vinculados al
anterior gobierno y se han liberados a sospechosos
producto de las mentiras vertidas por funcionarios
del anterior gobierno.
Llamativamente
todas estas irregularidades, absolutamente
verificadas, tenían que ver con la pista siria de
los atentados, es como si una poderosa mano invisible
hubiera pretendido que en todo momento en que
surgiera la posibilidad de que agentes de
inteligencia sirios hayan participado de la
preparación o ejecución de los atentados, se debía
parar y anular estas investigaciones de inmediato.
No
era para menos, ya que la totalidad de los
investigados y luego desechados sospechosos estaban
relacionados, de una u otra manera, con sectores del
gobierno anterior. Este es el caso de los ciudadanos
sirios-libaneses Mohamed Alem, Narman Al Hennawi,
Ghassam Al Zein, Hassan Iasín Santín, Alí Chedade
Al Hassan, Yalal Nacrach, Jacinto Kanoore Edul,
Nassif Haddad, Javier Haddad o Monzer Al Kassar.
Durante
todos estos años se intentó demostrar que la Pista
Iraní, la línea investigativa que han adoptado
tanto el juzgado, el anterior gobierno y la propia
DAIA, era antagónica de la llamada pista siria. Sin
embargo, creemos que ambas líneas no sólo no son
antagónicas sino que una se interrelaciona con la
otra.
La
intención de mostrarlas antagónicas se debe sobre
todo a un desconocimiento real de las alianzas
geopolíticas que se establecieron en Medio Oriente,
las profundas relaciones que mantienen ambos estados,
la comunión de intereses y por sobre todo el claro
objetivo de querer desviar la atención de la
opinión pública de cualquier indicio que
involucrara al ex gobierno con sospechosos de los
atentados, además del escándalo internacional que
esto significaba.
Más
adelante detallaremos los lazos que unen a Irán y
Siria Sin embargo no podemos dejar de afirmar que los
intereses mancomunados van desde acuerdos de
cooperación económica, pasando por intercambio
militar y de inteligencia, hasta llegar al desarrollo
militar común. La unión de ambos estados se debe
fundamentalmente a la histórica disputa que
mantienen con su más acérrimo enemigo Iraq y al
interés del presidente sirio Hafez el Assad de
bloquear todo desarrollo político de un movimiento
fundamentalista islámico en su país, que es
gobernado por una minoría alawita.
Pero
volvamos a nuestro país. La intención del menemismo
de ocultar la verdad de lo sucedido en los atentados
tiene vínculos con la misma historia de los últimos
10 años y especialmente en la necesidad del
financiamiento de la campaña política de 1989 y las
peligrosas promesas incumplidas a determinados
países árabes para tal objetivo.
Es
por eso que creemos que es falso, o por lo menos
parcial, las distintas hipótesis que surgen sobre la
relación de los atentados y el proceso de paz que se
desarrolla en Oriente Medio. Quizás, la pregunta
sería inversa. ¿Qué factores de Estado jugaron
para llegar a la conclusión de que un país
geográficamente alejado del foco de tensión, como
Argentina, se haya involucrado en el conflicto de
Medio Oriente? Sin lugar a dudas, la comprensión de
esta problemática debe entenderse en el contexto del
desarrollo del misil Cóndor II y la instalación de
reactores nucleares, factores sumamente importantes a
la hora de establecer equilibrios militares en esa
región.
El ex
gobierno de Menem prometió y no cumplió con las
promesas realizadas a determinados países del Medio
Oriente, lo que significó para Siria y el resto de
los países no contar con la tecnología militar de
punta --se estimaba que el Cóndor II era superior al
Scud (utilizado en la Guerra del Golfo) o al Badr
2000, un misil semejante al Cóndor--, sino también
la pérdida de millones de dólares (se estima que
serían más de los 100 millones de dólares
invertidos oficialmente por los distintos
países en el proyecto).
Es
indudable, que tales circunstancias son más que
suficientes, como elementos a tener en cuenta y
susceptibles de evaluación, en el marco de la
investigación de los atentados con las
características de los sufridos contra la Sede de la
AMIA y la Embajada de Israel. El propio diario Río
Negro expresa esta misma línea argumental en la
investigación publicada en su ediciones del 12, 13 y
14-1-2000.
En
tal sentido el presente pedido de informes pretende
ser el puntapié inicial de un debate institucional
sobre la verdad real de los atentados y sus
responsables penales. Entendiendo que éste debe
darse en el marco de la Comisión Bicameral de la
Investigación de los Atentados a la Embajada de
Israel y al Edificio de la AMIA, que a nuestro
entender no debe ser un mero acompañante de las
diligencias judiciales, sino por el contrario, debe
actuar como un contralor de las mismas.
Menem
y sus relaciones con el mundo árabe
El viaje de Menem a
Siria
En
1988, el todavía precandidato a la presidencia por
el Partido Justicialista, Carlos Menem, realizó su
primer viaje a la República Arabe de Siria. Aunque
la visita era de índole personal, el viaje se
convirtió rápidamente en oficial, gracias al sumo
interés que mostró el gobierno de Assad por la
presencia de un paisano que podría ser
el futuro presidente de una nación sudamericana.
El ex
embajador menemista Oscar Spinosa Melo, señaló
meses atrás en una entrevista, que en aquel momento
en medio de visitas a familiares, Menem se
entrevistó con el vicepresidente sirio Abdul Halim
Haddam, uno de los máximos responsables de las
negociaciones con Israel y quien controla, junto al
hermano del presidente sirio, Rifat El Assad, las
plantaciones de amapolas y hachís del sur del
Líbano y a su vez es responsable de los servicios de
inteligencia sirios.
De
las declaraciones de Spinosa Melo, y de otras pruebas
aportadas a lo largo de los últimos 10 años, surge
que de la reunión de Menem con Assad primero y luego
con Haddam, el entonces precandidato a la presidencia
se comprometía a entregarle a Siria el misil Cóndor
II y en cooperar con el desarrollo nuclear de ese
país a cambio de dinero fresco para financiar la
campaña electoral en marcha.
Ante
el pedido del vicepresidente sirio por el reactor
nuclear, Menem no fue menos y le ofreció la
colaboración de los expertos argentinos en el
desarrollo de este tipo de tecnología. En este punto
cabe aclarar que el desarrollo nuclear es el aspecto
más sensible en cualquier proceso de equilibrio
estratégico para la región. Pero sobre todo, en
tiempos de crisis actúa como una verdadera
herramienta de prevención y moderación frente al
conflicto.
Al
respecto, expertos en la materia afirmaron que el
equilibrio nuclear o mejor dicho la
supremacía nuclear del Estado hebreo sirvió
como elemento disuasorio en el marco del
enfrentamiento del Medio Oriente. A punto tal, que
solamente ahora Israel estaría dispuesta a reconocer
el arsenal nuclear que mantiene. Imaginemos entonces,
la ruptura del equilibrio estratégico que hubiera
significado que este tipo de desarrollo estuviera en
manos de países enemigos del Estado judío, y por
consiguiente de los Estados Unidos, a través de
acuerdos bilaterales con países tercermundistas como
la Argentina.
Pero
los sirios no solamente negociaron, a cambio de
dinero, el reactor nuclear. Justamente en 1992, un
mes antes del atentado a la embajada de Israel, Siria
e Irán firmaron un acuerdo de cooperación nuclear.
Según el entonces jefe de los servicios secretos
norteamericanos, durante el año 1991, justamente
cuando Argentina suspende la instalación del reactor
nuclear en Siria y desmantela el proyecto del misil
Cóndor II por presiones de los Estados Unidos,
Israel y el entonces ministro Domingo Cavallo, Irán
se comprometió a invertir 2 billones de dólares en
el transcurso de los años 1990-1994, mientras que
Siria aportaría 10 billones de dólares en el mismo
lapso.
Aunque
no existe documentación que relacione el abandono
por parte de Argentina del proyecto del reactor
nuclear y el pacto estratégico firmado por Irán y
Siria, resulta sumamente llamativo, pues por el
incumplimiento de Menem, Assad debió salir a comprar
un pobre reactor chino.
También
es significativo, que en el mismo reporte brindado a
la Cámara de Representante por el jefe de la CIA,
éste haya manifestado que existían versiones que
señalaban que Irán habría adquirido con la firma
del acuerdo misiles Scud, producto del fracaso de las
operaciones para adquirir el Cóndor II.
Absolutamente todos los analistas militares coinciden
en señalar que el Cóndor II era tecnológicamente
más avanzado que el Scud, sobre todo en su sistema
de navegación.
El
proyecto Cóndor fue el más ambicioso plan de
desarrollo misilístico y militar encarados por la
Fuerza Aérea Argentina luego de la guerra de
Malvinas y en el cual estaban interesados en sus
inicios varios países del Medio Oriente, como Arabia
Saudita, Egipto, Libia e Iraq, países que ya habían
mantenido conversaciones secretas para la
adquisición del misil.
Sin
embargo, el cambio del panorama político de la
región alimentó las posibilidades de Siria en
adquirir el Cóndor II, no sólo por las promesas
realizadas por Menem, sino especialmente por el
cambio de estrategia de Egipto y Arabia Saudita,
quienes abandonaron a Iraq, luego que éste comenzó
la operación suicida, que significó la invasión a
Kuwait.
En
otras palabras, aunque existieron conversaciones
donde Menem prometió además del reactor nuclear la
venta del misil Cóndor II, la posibilidad cierta de
que los sirios adquirieran el misil se potenció
cuando las alianzas entre los distintos países
dejaron a Iraq, el principal interesado,
absolutamente aislado del mundo árabe como
consecuencia de la participación de Siria, Egipto y
Arabia Saudita en la alianza occidental contra el
régimen de Sadam Hussein. Igualmente, los deseos
sirios quedaron truncos luego de que Argentina
anunciara en 1991 el desmantelamiento del proyecto.
En
las mismas reuniones, versiones que son confirmadas
por distintos actores de esa época, señalan que en
las conversaciones mantenidas entre Hafez el Assad y
Menem, el primero le pidió el ingreso de Ibrahim al
Ibrahim a la Aduana y la intermediación del
traficante sirio Monzer Al Kassar en la venta del
misil Cóndor II. Inclusive Domingo Cavallo señaló
que otro de los personajes sobre quien el presidente
sirio se interesó no sería otro que Alfredo
Yabrán.
La
relación del Al Kassar con el Cóndor II fue
establecida por varios documentos de inteligencia del
Ministerio de Defensa, cuando éste era dirigido por
el extinto Raúl Borras, por la presencia del
traficante de armas en Falda del Carmen en 1985, sede
de las operaciones del Cóndor y por sus contactos
con la Fuerza Aérea, en especial con los brigadieres
Crespo y Julia.
Sin
embargo uno de los datos más sugestivos es la
posible presencia de Alfredo Yabrán en los orígenes
del proyecto y su posterior desarrollo. Si bien,
nunca fue investigado por la justicia son sospechosas
las relaciones que mantenían con Miguel Vicente
Guerrero, cerebro del proyecto Cóndor II y con la
Fuerza Aérea, a punto tal que se sospechaba que era
un oficial de inteligencia de la misma, pero sobre
todo por el control que mantenía sobre los
depósitos fiscales de Ezeiza y el transporte de
caudales, cuando Ibrahim al Ibrahim ejercía su
influencia en la Aduana de Ezeiza.
Tal
como afirmábamos anteriormente, los compromisos de Estado
asumidos por Carlos Menem en 1988 se debían a la
necesidad imperiosa de financiamiento de su carrera a
la "Casa Rosada". En tal sentido no sólo
estableció contactos con los sirios, sino que
previamente lo hizo con los libios, sauditas y
egipcios.
Dinero
sirio, libio, saudita y egipcio para la campaña
Distintos
informes internacionales y nacionales de la época
señalaban que el proyecto Cóndor II, iniciado entre
los años 1984 y 1985, fue financiado desde sus
inicios por capitales provenientes de Egipto, Iraq y
Arabia Saudita, en un monto del orden de 1,500
millones de dólares, a través de un Joint Venture
con los primeros.
La
presencia de los sauditas en el joint venture
posibilitó el acceso de dinero fresco al proyecto,
que se estima en alrededor de 288 millones de
dólares. Por su parte los egipcios aparecían como
intermediarios de los iraquíes en el proyecto,
mientras que empresas de origen europeo,
especialmente suizas, alemanas e italianas
controlaban el desarrollo tecnológico y la
transferencia de fondos por intermedio de la banca
suiza. Según información brindada por importantes
funcionarios del ministerio de Defensa de ese
entonces, Monzer Al Kassar habría sido (durante su
visita en 1985 a la base de Falda del Carmen) el
intermediario de los sauditas en el ingreso de los
mismos al proyecto.
Cabe
recordar que la relación de Al Kassar con los
sauditas datan de muchos años y entre nosotros esta
relación se vio manifestada cuando el magnate
sirio-saudita Gaith Pharaon llega a la Argentina, por
intermedio de Alberto Kohan, para instalar en nuestro
país su lavadora de dinero, el BCCI.
Tal
como lo afirmamos anteriormente, la adquisición del
misil hubiera significado un salto cualitativo en la
capacidad militar iraquí. Tanto en la década de
los´80, cuando el régimen de Sadam Hussein actuaba
como valla de contención del fundamentalismo iraní,
apoyado por la totalidad de los países occidentales,
como en los principios de los ´90 cuando se
enfrentó con los países que en el pasado lo
patrocinaron. Sin embargo con su desmantelamiento
nadie devolvió el dinero.
El
ex ministro Domingo Cavallo, señaló en su libro
El Peso de la Verdad que Menem también
le había prometido la adquisición del misil a los
libios. Esta información fue corroborada por uno de
sus negociadores, Mario Rotundo, hoy enfrentado con
el ex presidente Menem al parecer por no haberle
cumplido tampoco a él las promesas realizadas
La
investigación a que hacíamos mención del diario
Río Negro describe con lujo de detalles
el comienzo de las negociaciones entre libios y
argentino para el financiamiento de la campaña
electoral de Menem. Según los periodistas Norberto
Bermúdez y Carlos Torrengo, las relaciones fueron
centralizadas por Nemen Nader Rodríguez, ex
candidato a la presidencia de la República
Dominicana y Mario Rotundo.
Nader
fue llamado por el mismo Menem quien lo invitó a
pasar unos días en Argentina. Durante su estadía,
Nader se encontró con el primo de Menem, Abdo
Menehem, ex presidente de Centro Yabrudense, una
organización de la comunidad siria-libanesa en
Buenos Aires y con profundas relaciones con el
régimen de Assad.
Nader
se comprometió a aportar fondos para la campaña
electoral del menemismo por intermedio de una
organización antes desconocida, llamada Mathaba. La
organización Mathaba fue funcional a los intereses
libios y se dedicaba a la recolección de fondos para
candidatos a presidentes de origen árabe. Sin
embargo, las actividades de Mathaba distaban mucho de
ser solamente una Caja negra del
financiamiento ilegal de campañas electorales. Los
informes recogidos por intermedio de varias fuentes
señalan que la organización funcionaba como un
centro de planificación terrorista en
Trípoli.
Mathaba
fue desarticulada luego de una disputa por su poder
en Libia y reabierta con el comienzo de las
negociaciones de paz entre israelíes y palestinos.
Un oficial libio señaló por entonces que
necesitamos de sus actividades, ahora más que
nunca (recordemos que el régimen de Gaddafi se
opone a toda negociación con Israel). Los servicios
de inteligencia señalaron que Mathaba funcionó como
centro de entrenamientos de terroristas que además
se lo podía individualizar como el Movimiento
Mundial Mathaba. Los informes señalan que los
entrenamientos se realizaron el desierto libio, en la
zona de Benghazi.
En
una entrevista, realizada por el diario Río Negro,
Nader reconoce las gestiones realizadas por Menem y
afirma que los montos donados por los
países árabes a la campaña ascenderían a unos 40
millones de dólares, sin contar con los fondos
recaudados en Siria a través de los excelentes
contactos que Menem mantenía. El dominicano relató
que los depósitos de dinero se hacía a través de
una cuenta suiza abierta especialmente para tales
fines. Entre los que también habrían aportado
dinero se encontraba la OLP. Al finalizar la
entrevista Nader señaló textual que el Doctor
Menem incumplió su compromiso con los
palestinos.
Al
Kassar y la venta de armas
La
relación de Al Kassar con la Argentina datan de
muchos años, sin embargo su desembarco como
traficante de armas se dio por primera vez cuando se
comprometió a conseguir los misiles Exocet, los
cuales estaban vedados para la dictadura argentina a
causa de la locura militar del conflicto de Malvinas
Sin
embargo la participación activa de Al Kassar en
Argentina se da con el ascenso de Menem al poder.
Según varias investigaciones periodísticas, que
coinciden con las aseveraciones del ex embajador
Spinosa Melo, las estratégicas funciones que Al
Kassar tenia en Argentina se debieron a un pedido
expreso del presidente Assad a Menem en su primer
encuentro de 1988. Ahí estaba un personaje en
el que reparé porque escapaba de las fotos, pero no
lo identifique hasta tiempo después: Monzer Al
Kassar, que estuvo esos días en Yabrud...
señalaba Spinosa Melo en una entrevista en Página
12.
En
su libro "Don Alfredo", Miguel Bonasso
señaló que Cavallo manifestó que en esa reunión
Assad le pidió por dos personas, Al Kassar y el
desaparecido Alfredo Yabrán. La historia luego
corroborara los dichos de Cavallo. Los contactos de
Al Kassar con el menemismo y con personajes famosos
como Ibrahim al Ibrahim, Amira Yoma, Yalal Nacrach y
otros sólo demuestran la profunda relación
existente entre ellos.
Distintos
servicios de inteligencia occidentales, a los que Al
Kassar en una excelente estrategia de protección
sirvió en varias ocasiones, señalaron que el
traficante de armas actuaba en los hechos como un
ministro en las sombras de Assad. Esta activa
participación en las políticas de Estado de Siria,
se debe sobre todo a su estrecha relación con Rifat
el Assad y una vasta agenda de contactos con
organizaciones terroristas, traficantes de armas,
drogas y servicios de inteligencia en el mundo. A
punto tal Al Kassar es considerado importante en la
estrategia siria, que fue el mismo traficante el
encargado de las negociaciones por la liberación de
los rehenes franceses en el Líbano, donde mantiene
importantes cuotas de poder e influencia sobre las
organizaciones palestinas pro sirias, en su momento
también con la OLP y del propio movimiento
Hezbollah.
Para
el establecimiento de Al Kassar en nuestro país, el
gobierno de Menem gestionó en tiempos récord un
pasaporte argentino. Quizás la verdad de este
episodio esté en el requerimiento del fiscal
Rívoli, a cargo de la causa del pasaporte falso. En
su pedido de procesamiento contra Al Kassar, Rívoli
señaló que las promesas incumplidas por parte de
éste ,como la de invertir sumas millonarias en
nuestro país eran al solo efecto de conseguir el
pasaporte que le serviría para la realización de
las actividades públicamente reconocidas, como la
venta de armamentos. Más claro imposible.
Mientras
Al Kassar se instalaba en la Argentina, bajo la
protección del anterior gobierno, Ibrahim al Ibrahim
se instalaba en la Aduana de Ezeiza y Yabrán
profundizaba su poder controlando los sectores
estratégicos de Ezeiza, que le permitiría el
ingreso o egreso de personas y mercadería en un
marco de absoluta impunidad. Las distintas
investigaciones, afirmaban que el establecimiento del
trío en los sectores neurálgicos del poder
posibilitaron la creación de una verdadera
aduana paralela o una zona liberada
por donde entraba, circulaba y salía todo tipo de
mercadería sin control alguno.
El
llamado "Yoma Gate", es ejemplificador de
la impunidad con la que actuaban. La aduana de Ezeiza
se convirtió en un centro de operaciones que avalan
la hipótesis que lo vincula con la salida de parte
de los secretos tecnológicos del Misil Cóndor II,
el ingreso de dinero proveniente del lavado de
dólares o, peor aún, el ingreso del exógeno que
voló la embajada de Israel. Asimismo cabe recordar
que en 1991 es cuando empieza la venta ilegal de
armas a Croacia y Ecuador.
El
capítulo argentino de la venta de armas a croatas y
bosnios musulmanes ha causado uno de los escándalos
más graves en el proceso institucional de nuestro
país. El gobierno de Menem violó el embargo de
armas establecido por la Naciones Unidas en la guerra
civil de la ex Yugoslavia y ha violado su neutralidad
al entregar armas a Ecuador que para ese entonces
mantenía una guerra con el Perú. (del cual
Argentina es garante de paz)
Como
un fantasma que siempre está pero nunca se lo ve, Al
Kassar aparece vinculado en las operaciones de ventas
de armas en todo momento. Sabemos que la parte
internacional del caso de la venta ilegal de armas
argentinas es uno de los eslabones más frágiles de
la investigación llevada a cabo por el fiscal
Stornelli. Sin embargo, en el transcurso de las
reiteradas denuncias formuladas ante la Justicia
hemos tratado de aportar los elementos necesarios
para que se instruya el procesamiento del traficante
sirio.
Las
relaciones de Al Kassar con los imputados,
especialmente con Erman González, son conocidas. Sin
embargo, una compleja trama de relaciones comerciales
vinculan a Al Kassar con Palleros y Ormart. En todo
momento afirmamos que Palleros era un simple
intermediario de segunda línea que debía negociar
con terceros para el ingreso de las armas a una zona
de conflicto como lo fue Yugoslavia. A su vez
afirmamos, que Al Kassar era uno de los hombres que
controlaba el mercado negro de armas que se dirigía
a la ex Yugoslavia, circunstancia probada en la causa
que se le siguió al traficante sirio en Suiza.
La
causa que le siguió el juez de Casación suizo
Laurent Kasper Anserment y por el cual Al Kassar fue
condenado a un embargo en el orden de tres millones
de dólares, refleja el modus operandi que
caracterizó la operación en el territorio
argentino. Al igual que en nuestro país, en las
operaciones de Suiza participaron empresas fantasmas,
intermediarios menores, cuentas en casas de cambio y
embarque de dudoso origen, estableciendo en su
conjunto una extensa red de contacto financieros
difícil de detectar. Tal vez éste sea el eslabón
más delicado y menos investigado de la causa que
lleva adelante el juez Jorge Urso y desde donde se
puede verificar quiénes fueron los destinatarios
finales de los embarques.
Recientemente,
un testigo de identidad reservada y que
presumiblemente pertenecería a la organización
liderada por Al Kassar, declaró ante el juez suizo
que efectivamente péste era el intermediario entre
el gobierno argentino y el desaparecido presidente
croata Tojdman, del tráfico ilegal de las armas
provenientes de nuestro país.
El
testigo, de origen español, afirmó que los
cargamentos que tenían como destino Croacia, --
presumimos que puede ser el puerto de Reijka donde
actuaba una red de traficante argentinos -- pasaban
por el puerto español de Malaga. Allí es donde
años atrás el juez español Baltasar Garzón
descubrió un cargamento de armas y explosivos
argentinos y chilenos que tenían por destino las
fuerzas nacionalistas croatas.
El
periodista Daniel Santoro en su libro Venta de
Armas, Hombres del Gobierno, en información
que atribuye a servicios de inteligencia
occidentales, afirma que Al Kassar mantenía
relaciones con, Rubén Ormart uno de los principales
sospechosos del tráfico ilegal de armas, de la cual
participaban dos socios brasileños a través de la
firma fantasma Heyton Trade, encargada de la venta de
armas a Croacia y Ecuador.
Además,
se relaciona a Al Kassar con el sobrino presidencial
Yalal Nacrach, conocido como el hezbollah
en el entorno del menemismo. Yalal aparece vinculado
a la causa armas, entre otras, a través de los
depósitos en la famosa cuenta Daforel por parte del
fondo de inversión Eltham Trading vinculada con las
investigaciones del escándalo de la venta de armas y
cuyo presidente es el mismo sobrino de Menem. Por la
cuenta Daforel se depositaron los 400 mil dólares
que Palleros señaló como el pago de una coima a
un alto empresario vinculado al poder.
Recientemente,
en una presentación judicial realizada ante el juez,
Adolfo Bagnasco, se denunció que sugestivamente en
la cuenta que Daforel mantiene en Nueva York aparece
un depósito de similares características a una
cuenta secreta del desaparecido Alfredo Yabrán.
Luego de la denuncia el fiscal Miguel Ossorio
instrumentó el comienzo de la investigación y
sugestivamente a principios de febrero fue intimado,
violada su propiedad y le sustrajeron importante
documentación.
Otros
de los elementos que vinculan a Al Kassar con el
tráfico de armas argentinas es un documento secreto
del gobierno ecuatoriano publicado por el diario de
ese país, Posdata el 11 de setiembre de 1998, el
cual señala que el intermediario de la venta de
armas argentina fue el propio Al Kassar. Según el
documento calificado como secreto A1 se señala que
la operación de armas tuvo la intermediación del
traficante Jean Lasnaud y Al Kassar. Asimismo el
documento afirma que los embarques debían salir de
los depósitos de EDCADASSA y que la operación la
controlaría el capitán sospechosamente
suicidado Horacio Estrada, vinculado al
entonces "empresario" Alfredo Yabrán,
muerto también en circunstancias poco claras.
Quizás
lo más importante de la causa armas y que nos motivo
en su momento a realizar una investigación
pormenorizada de la misma, fueron las sospechosas
relaciones que mantenían varios imputados en esta
causa con algunos de los sospechosos del atentado a
la AMIA.
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