Proyecto de Resolución
El
Senado y la Cámara de Diputados sancionan con fuerza
de Ley, etc.
Tercera Parte
La causa Embajada y la
pista siria
El atentado a la
Embajada de Israel y Monzer Al Kassar
El 17 de marzo de 1992
vuela la embajada de Israel en Buenos Aires producto
de un supuesto coche bomba que explota sobre el
frente de la sede diplomática. La Policía Federal
había afirmado que el explosivo era a base de
pentrita y trotyl, mientras que el perito de la Corte
Suprema de Justicia, Oscar Laborda, que luego
trabajó para la AMIA, señaló que explosivo
utilizado para el atentado se trataba de 65 kilos
exógeno, conocido como C-4 o Sentex. Las conclusión
de Laborda fue similar a la llegada por la agencia
norteamericana de Control del Alcohol, Tabaco y Armas
de Fuego.
Tal
como denunciamos en su momento ante la Corte Suprema
de Justicia, al mismo tiempo en que los peritos
israelíes, americanos o argentinos debatían sobre
el origen del explosivo, el entonces ministro del
Interior, José Luis Manzano recibía por intermedio
de una alta fuente diplomática inglesa, la
confirmación de que Al Kassar se encontraba en
Argentina. Manzano se alarmó cuando leyó que el
sirio había ingresado al país por el Aeropuerto de
Ezeiza en el vuelo de Iberia 6940, procedente de
España. Al respecto algunas fuentes señalaron que
cuando los servicios de inteligencia españoles se
enteraron de que Al Kassar se encontraba en
Argentina, al momento del atentado a la embajada,
sólo atinaron a abandonar el país, ya que según
sus propias palabras no querían problemas con
un personaje que era aliado del CESID (servicio
secreto español).
La
carpeta de tapa roja, tal como afirma el periodista
Bermúdez, contenía información clave sobre los
pasos dados por Al Kassar en Argentina, entre ellos
destaca que el traficante de armas se había reunido
al menos en dos oportunidades en la quinta de
Olivos y que existen varias fotografías de muchos
funcionarios o ex funcionarios del gobierno con Al
Kassar. En varias oportunidades Al Kassar y
Menem se encontraron en Olivos o en la Casa Rosada.
La más famosa, fue quizás, cuando el ex presidente
le prestó la camisa y una corbata a Al Kassar para
que se sacara la foto para obtener su Documento
Nacional de Identidad argentino.
Varios
transcendidos periodísticos aseguran la existencia
de documentación elaborada por los servicios
secretos españoles, que tendría información clave
que vincula a Al Kassar con el atentado a la embajada
y que sería utilizada por los servicios españoles
como una forma de extorsión contra el traficante de
armas, para que éste siguiera haciendo algunos
trabajos para la inteligencia española. Esta
información no sólo permitió vincular a Al Kassar
con el atentado a la Embajada de Israel, sino además
fue utilizada por Anserment para acusarlo en de la
triangulación del exógeno.
Hace
aproximadamente dos años, presentamos en la Corte
Suprema de Justicia, la documentación
correspondiente a las investigaciones que
Kasper-Anserment realizaba contra Monzer Al Kassar y
sus potenciales vinculaciones con el atentado a la
sede diplomática.
El
entonces fiscal del Cantón suizo, señaló que sobre
la base de la documentación proporcionada por la
Dirección de Minas de España, las investigaciones
del periodista Bermúdez y el informe de la
inteligencia española, incluyó en su dictamen
acusatorio la seria posibilidad de que Al Kassar haya
triangulado una partida de exógeno desde España,
pasando por Damasco, llegando a Buenos Aires a
través de los depósitos fiscales de Ezeiza.
Según
la investigación de Anserment, el exógeno fue
comprado a una fábrica española por la firma Cenrex
Trading Corporation LTD de Varsovia. El entonces
fiscal pudo establecer que el dueño de la firma no
era otro que Monzer Al Kassar, bajo el nombre falso
de Monzer Galioun. En su investigación
demostró además que el exógeno, el cual tenía
como destino final la República Democrática de
Yemen, nunca fue enviado. El mismo fiscal señaló en
su dictamen acusatorio que parte del cargamento del
exógeno triangulado fue derivado a Siria y desde
ahí partió a Buenos Aires en 1991, pocos meses
antes del atentado a la embajada.
A
pesar de los elementos aportados a la causa y aunque
la Corte Suprema de Justicia de la Nación solicitó
por exhorto que se le remita la causa que se le sigue
a Al Kassar, nunca se avanzó o mejor dicho nunca se
quiso avanzar en esta línea investigativa.
Recientemente, en un reportaje aparecido en el diario
Río Negro, el juez Anserment señaló que
Argentina debería investigar a Al Kassar por
los atentados. En la misma entrevista agregó
que si se revisaran todas las operaciones
bancarias de Al Kassar en Ginebra, podrían estar
conectadas... Creo que este es un trabajo que
debería hacer la Argentina, pedir la documentación,
examinarla y ver si hay una operación vinculada a la
que yo investigo. Anserment recalcó que no es
obligación de la Justicia suiza investigar hechos
que no estaban relacionados con los puntualmente
señalados en su acusación y que estaban
relacionados con el tráfico de armas a Bosnia.
Recordemos, y esto demuestra su seriedad, que
Anserment será junto a Baltasar Garzón uno de los
jueces que integrará la futura Corte Internacional
de Justicia.
Existen
además, otros elementos sospechosos que están
íntimamente relacionados con la investigación del
atentado a la embajada de Israel. La mayoría de los
que estudiaron la causa, acuerdan que la explosión
se realizó con una camioneta Ford F-100, que habría
sido adquirida por una persona de identidad falsa que
se hizo llamar Elías Griveiro Da Luz,
quien pagó por la camioneta la suma de 21 mil
dólares, 50 por ciento más de lo que cuesta en el
mercado. Se puedo establecer que el dinero con que
este hombre pagó la camioneta tenía como origen una
casa de cambio de la ciudad libanesa de Biblos y
subsidiaria de otra mayor, la Societé de
Change à Beirut, que sería de propiedad de Al
Kassar.
El
traficante de armas sirio señaló en un reportaje al
diario Clarín y luego en un programa de Hora Clave,
que había abandonado el comercio de armas y
que se dedicaba a la construcción y al manejo de la
casa de cambio más importante de Beirut, o
casualidad, pues no era otra que la Societé de
Change à Beirut, la más importante de la capital
libanesa.
Por
si esto no fuera poco, en la investigación realizada
por Bermúdez y Torrengo, señalan que la Justicia
tampoco se ocupo en investigar si los 21 mil dólares
provenían del Holding Al Khalid Kassar,
con sede en Damasco y con vastos intereses en el
Líbano. Según los periodistas, el Holding
pertenecería a Ahmed Jibril, líder del movimiento
pro-sirio Frente Popular de Liberación
Palestina-Comando Especial, a Rifat el Assad, hermano
del presidente y Al Kassar.
La
Corte tampoco investigó el movimiento de la Aduana
entre finales de 1991 y principios de 1992, tal como
se lo solicitamos en la denuncia, a pesar de que para
la misma época organismos como la CIA, la DEA entre
otros, habían denunciado el colador que
significaba Ezeiza, dirigida por Al Ibrahim. A punto
tal, que en ese entonces se especuló con bajarle el
nivel de seguridad al aeropuerto y
aconsejar a los turistas norteamericanos
no viajar a Buenos Aires. Sin embargo, para la Corte
esto tampoco resulto importante y se dedicó a buscar
organizaciones islamistas que nunca existieron en
Argentina.
Los
elementos antes mencionados, más las investigaciones
a nivel local realizadas, podrían habernos dado un
panorama aún más cercano a la realidad de lo que
hemos tenido hasta ahora. En síntesis, la
investigación del atentado a la embajada de Israel
ha quedado relegada a una sumatoria de negligencias,
dilaciones e irregularidades, investigando pistas
falsas a el punto tal que presenciamos la triste
realidad de que nuestra Justicia y especialmente la
Corte Suprema, han condenado
genéricamente a una organización,
conocida como Jihad islámica Poniendo en evidencia
su desconocimiento de la realidad imperante en Medio
Oriente, ni siquiera se preocupó en averiguar
cuándo y en qué marco esta organización hace su
aparición pública, hace más de 20 años, cuando la
organización Jihad Islámica aparece por
única vez en el atentado contra los marines
estadounidenses en Beirut, para luego desaparecer del
mapa.
Sin
embargo, para la Corte los informes de agencias de
noticias internacionales en Beirut fueron más que
suficiente para condenar a esta organización y
mantener la causa paralizada. Estamos cerca de un
nuevo aniversario y ni siquiera se ha intentado
establecer qué relaciones existían entre el ex
líder de la Hezbollah, Shobbi Tufeili, acusado por
la CIA en Beirut del Atentado a la AMIA, con Jibril o
Siria. Relaciones que daremos más adelante.
La
Causa AMIA y la Pista Siria.
Los
primeros allanamientos del 18 de julio
Horas
después del atentado a la AMIA, la Policía Federal,
por entonces descabezada como consecuencia del mismo
ataque, procede a ejecutar su primer allanamiento en
la calle Juncal 2519 4 A donde, según un llamado
anónimo que luego pudo saberse que fue realizado por
el mismo brasileño informante de los servicios de
inteligencia de ese país, Wilson Dos Santos, alertó
de que allí vivían personas originarias de
Medio Oriente, aparentemente iraníes o similares,
quienes sin mediar modo cierto de vida se
desenvuelven en forma opuesta a tal
condición....
En el
departamento de Juncal, efectivamente vivían tres
ciudadanos de origen sirio, llamados Mohamed Alen de
38 años, quien habría ingresado al país el 11 de
diciembre de 1992, procedente de Libia, aunque luego
del allanamiento se detectó que Alen había mentido
ya que había ingresado en 1991, o sea antes del
atentado a la embajada de Israel, tal como se
corroboró en su propio expediente de radicación.
En el
mismo edificio se encontraba su mujer, Narman al
Hennawi, de 26 años, quien según el pasaporte
incautado había ingresado doce días antes del 18 de
julio con una visa turística de sólo 30 días.
Nunca los investigadores de la causa se explicaron
cómo era que marido y mujer habían estado tanto
tiempo sin verse y por qué no existían intensiones
de Hennawi de radicarse con su esposo en Argentina.
Junto
a la pareja de sirios se encontraba Ghassan al Zein,
de 34 años, quien en la práctica oficio de
traductor ya que era el único que conocía el
castellano. Al Zein se había naturalizado argentino
en 1990, oportunidad en la cual declaró que vivía
en la calle Hernandarias 230 del barrio Cabildo, en
la provincia de Santiago del Estero. Curiosamente, el
hijo de Delia Yoma y el coronel sirio Yalal Nacrach,
afirmó que al Zein era una especie de socio suyo. Al
Zein partió a Siria luego de trabajar bajo las
órdenes de Yalal Nacrach hijo. El sobrino del ex
presidente terminó reconociendo en una entrevista
con Walter Goobar, de la revista XXII, que ambos eran
amigos.
Asimismo,
de las investigaciones surge que Al Zein abandonó el
país luego del atentado a la AMIA, sugestivamente
sin que la Justicia haya investigado este extraño
acontecimiento, teniendo en cuenta que fue el mismo
Wilson Dos Santos, testigo estrella de la causa AMIA,
quien había alertado sobre la presencia de los
sirios.
Recientemente,
el diputado nacional Juan Pablo Cafiero, señaló que
este episodio fue deliberadamente
ocultado y el diario Río Negro, citando una
fuente de la inteligencia militar, afirmó que el
caso de la calle Juncal 2519 fue verídico, pero que
desde lo más alto del poder se dio la
orden de sepultar lo sucedido. ¿Quiénes y cuáles
fueron los motivos por los que se trato este caso
como un secreto de Estado? Aún hoy no lo sabemos.
Quizás,
la respuesta la encontraremos en los dichos del
propio Al Zein. Cuando el oficial de la Policía
Federal, Humberto Marcelo Almerich, interroga a Al
Zein sobre su domicilio, éste afirmó que el mismo
se ubicaba en la calle Florida 938 donde funciona un
negocio de ropa de cuero de propiedad de Hassan
Iasín Santín, que según diferentes versiones
periodísticas sería un testaferro de la familia
Yoma.
Lo
curioso es que Santín tendría vínculos muy
estrechos con el médico personal de Menem, Alito
Tfeli, a quien en varias se lo señala como un
personaje no ajeno al atentado a la AMIA así
consta en un escrito, prolijamente detallado,
presentado por el periodista Juan Salinas al juez
Galeano, que si bien forma parte de la causa, jamás
fue motivo de investigación. Además se pudo
verificar que el encargado del negocio Namir era
Yalal Nacrach, donde presumiblemente entabló amistad
con Al Zein.
Lo
interesante del caso y que a su vez alimenta más las
sospechosas sobre la presencia de los sirios en
Buenos Aires, fue una nota publicada el día 9 de
marzo de 1998 por el diario Clarín, página 39,
donde se dice que el servicio de inteligencia
israelí, el Mosad, había acusado al libanés
Abdala Al Zein de los atentados a la
embajada de Israel y la AMIA. El episodio, que
terminó en un escándalo internacional, ocurrió en
Ginebra. Casualmente el sospechoso tenía pasaporte
suizo.
Un
periodista de esa nacionalidad suiza, Frank Garbeli,
llegó a la Argentina para investigar el caso, por la
fuerte sospecha de estar relacionado con la
detención de Nasrim Mukthari en Suiza. El periodista
señaló que no fue el Mosad sino la Policía
helvética la que dejó trascender que la presencia
de Al Zein era una pieza clave de los atentados
cometidos en Argentina. Garbeli agregó, que los
agentes del Mosad atrapados en el escándalo de las
escuchas telefónicas no habían abierto la boca,
pero que por sus contactos con el servicio secreto
hebreo y el FBI, los investigadores suizos habían
corroborado la relación de Al Zein con los atentados
en Buenos Aires. Lo sorprendente, es que el
gobierno suizo le preguntó a su par argentino si
deseaba que se profundizara la investigación y no
obtuvo ninguna respuesta, afirmó el
periodista.
Pero
recapitulemos, Al Zein fue denunciado por Wilson Dos
Santos a través de una llamada telefónica, el ese
mismo 18 de julio. Luego un tal Al Zein, investigado
y espiado por el Mosad, aparece en Suiza vinculado a
los atentados en nuestro país y por si esto fuera
poco, se sabe que uno de los puntos del viaje que
realizó Wilson con Nasrim, misteriosamente detenida
en Suiza, fue justamente a este país. Muchas
casualidades para una pista que nunca fue
investigada.
Pero
no solamente el allanamiento a Juncal fue realizado
el mismo día del atentado. Aquella tarde, la
Policía Federal realiza otro allanamiento, también
luego de una supuesta llamada anónima, que no sería
otro que el mismo Dos Santos. El brasileño señaló
como sospechosa una casa de familia, que
terminó siendo un departamento con oficinas, donde
un tal Mohamed Oubed que tampoco estaría relacionado
con el atentado.
Al
llegar a Lavalle 397, piso 4, el oficial Fabián
Gabriel Prado se encontró con la empresa Norland SA.
La delegación policial fue recibida por el apoderado
de la firma, el ciudadano argentino Julio Argentino
Haj Yahia. Oubed había dado como domicilio legal la
dirección de Lavalle, pero luego de algunas
investigaciones se pudo detectar que el mismo estaba
relacionado con Julio Yahia hijo y Hassan Sabai.
Yahia padre terminó reconociendo que había
trabajado con Sabai en la exportación de productos
alimenticios a Siria y Arabia Saudita, aunque por
desavenencias comerciales la empresa cayo en un
fracaso. Nunca se investigó tampoco esta pista.
Desde
1991 el entonces embajador argentino en Arabia
Saudita, Julio Uriburu French, habría entregado
irregularmente ciudadanía argentina a pedidos de
sirios que emigraron al país y se instalaron en el
noroeste argentino. Nunca se investigó éstas
concesiones, ni la forma irregular en que se
realizaron. Nunca se supo por qué un embajador en
Arabia Saudita entregaba DNI a ciudadanos sirios,
como tampoco las denuncias en la cuales se acusaba a
Uriburu French que cobraba por las mismas.
Pero
lo más sugestivo es que una organización
estadounidense, vinculada a la CIA, denunció el 28
de agosto de 1993 que un número creciente de
espías sirios ha emigrado a la Argentina y que esta
red sería usada para el tráfico de drogas. La
información brindada por la organización
Freedom Lebanon, integrada por
representantes del gobierno estadounidense, exiliados
libaneses y expertos en el conflicto de Medio
Oriente, señala también que el desembarco de sirios
en Argentina se debe a una estrategia de Assad para
profundizar los lazos de Siria con los carteles de
drogas sudamericanos.
El
informe continúa diciendo que la intensión de Siria
es establecer alianzas con los colombianos por el
cual, los expertos sirios entrenarían a los
colombianos en tácticas de terrorismo a cambio de la
ubicación de los productos libaneses por parte de
los Carteles.
Otro
caso donde sospechosamente se abandonó la
investigación y que motivo la crítica de Memoria
Activa ante la CIDH, fueron los allanamientos
realizados en 1994 en la localidad de Castelar,
provincia de Buenos Aires, donde se secuestró en
manos de Alí al Hassan la cantidad de cuatro libras
de trotyl, armas, credenciales de la embajada de
Siria y elementos de propaganda de palestina y videos
relacionados con la lucha en el Líbano. El inmueble
en el que se encontraban Hassan pertenecía a Julio
Tanus. La Policía Bonaerense se encontró con este
escenario y con la pista de Al Hassan y Tanus en
razón de las pesquisas que estaban realizando a la
organización de autos truchos lideradas
por Alejandro Monjo, otros de los sospechosos de
haber entregado a Telleldín la tráfic que
supuestamente estalló en la AMIA.
La
pista Hassan-Tanus se revitalizó en 1997, cuando el
abogado de Reinaldo Benitez, llegó hasta el juzgado
de Galeano para manifestarle que su defendido había
señalado que Al Hassan le había confesado que
participó del atentado a la AMIA. A pesar de todos
estos los elementos, al igual que en 1994 la pista no
fue seguida. Galeano no investigó por qué Al Hassan
tenía una credencial de agente militar
de la embajada Siria, entregada según el propio
sospechoso, por Tanus, aunque éste lo desmintió. Al
Hassan, había ingresado, en nuestro país en 1990
procedente de Siria, gracias a las promesas de
trabajo en Río Negro, le realizó un tío.
Recordemos que en Río Negro, existe una importante
comunidad siria-libanesa y es donde trabaja la
empresa Santa Rita, dueña del volquete que apareció
en la AMIA tres minutos antes del atentado.
Galeano
tampoco investigó a Julio Tanus, que era miembro del
FEARAB, Federación de Entidades Arabes Argentinas,
con importantes relaciones en el anterior gobierno,
lo que le permitió participar de un viaje a Siria en
1992, donde estuvo presente entre otros Eduardo
Menem. Aunque Galeano dejó rápidamente esta pista,
se debería investigar la relación de Tanus Alberto
Kanoore Edul padre, un hombre de importante
predicación entre la comunidad árabe de Buenos
Aires, relacionado con el entorno del menemismo y
sospechado de ocultar a su hijo en el atentado a la
AMIA.
Según
consta de las propias investigaciones llevadas a cabo
por el juzgado, Jacinto Kanoore Edul estuvo
relacionado con Monjo, un empresario del
mercado de autos robados, relacionado con la plana
mayor de la Policía Federal en la época del
atentado a la AMIA y experto en la confección de
vehículos mellizos.
Monjo
quedó involucrado, aún cuando esta línea
investigativa había sido abandonada o por lo menos
no investigada en profundidad a pesar de las
recomendaciones del FBI y las quejas de Memoria
Activa, por la circunstancia de que el número del
seguro del motor encontrado en la AMIA conducían a
Telleldín.
El
motor encontrado en forma sospechosa, que no es
motivo de análisis en el presente pedido de
informes, demostró la relación entre Monjo y
Telleldín, el último que tuvo la camioneta hasta
que un motor apareciera en la mutual judía. Todo
indica que Telleldín adquirió la camioneta o el
motor a través de Monjo. El FBI, en un informe
presentado en 1998, afirmó que se encontraron
relaciones entre Monjo y Moshen Rabbani, otros de los
investigados en la causa AMIA. Como también
relaciones con Kanoore Edul, hijo, recientemente
apresado por falsificación de tarjetas de créditos.
Volquete
o Tráfic o Volquete y Tráfic
Mucho
se ha escrito y dicho,dando lugar adiferentes
hipótesis sobre si en el edificio de la AMIA
explotó una Tráfic o un Volquete. Creemos, que al
igual que la falsa dicotomía entre Siria e Irán,
este debate fue instalado para que no se investigara
a personajes que, por sus relaciones, golpeaban el
corazón mismo del poder.
Ante
de ingresar a los puntos oscuros que aún existen en
este aspecto, debemos aclarar que muchos de nosotros
creemos que no existió un coche bomba en el atentado
sino que el mismo hecho está íntimamente
relacionado con la llegada de un volquete tres
minutos antes del atentado. Sin embargo, no queremos
caer en la trampa que ha sido una constante durante
todos estos años,por la cual es tratar de
desacreditar la "teoría del bolquete",
basándose en el propio expediente judicial, acusando
falsamente a quienes no comparten la teoría oficial
de querer desviar la investigación. Por el
contrario, nuestro interés es aportar un marco de
investigación contextual más amplio que permita
colectar pruebas e identificar responsables.para que
este hecho criminal sea esclarecido.
Creemos
que los que sostienen de buena fe la
existencia de una Tráfic Blanca, deben saber que
igualmente los sospechosos como Nassif Haddad, Javier
Haddad, Alberto Kanoore Edul hijo y padre, igualmente
deben ser investigados. Aclaramos este punto pues
entendemos, fundados en elementos sólidos, que a
estas personas no se los investigó por sus
relaciones con el anterior gobierno , agragando que no
cabe ninguna duda que deberían estar detenidos,
circunstancia en la que tambien concuerdan
algunos de los impulsores de la Tráfic como el
elemento que estalló en la sede mutual judía.
Unos
tres minutos antes de la explosión, un camión
conducido por Alberto López, estacionó frente al
edificio de la AMIA dejando un volquete de la Empresa
Santa Rita. López bajó del camión solamente para
asegurarse que el volquete estaba bien
ubicado y luego partió rápidamente por la
calle Pasteur, sin entrar en ningún momento al
edificio de la AMIA. Esto surge del testimonio de
Daniel Joffe, electricista que trabajaba en las
refacciones que en la mutual se estaban realizando y
el sobreviviente más cercano al epicentro de la
explosión.
Joffe
señaló claramente que López descendiódel camión
para entregar un supuesto remito para que lo firmara
el Ing. Andrés Melamud, responsable de las tareas de
refacción en la AMIA y muerto en el atentado, cuando
en verdad el sentido fue chequear la ubicación del
volquete. Luego afirma Joffe lo empujo
un poco más hacia la vereda y se marchó. Joffe,
señaló también que fue víctima de presiones de
miembros de la Policía Federal para que en su
testimonio reconociera que había visto una Tráfic,
presiones que no tuvieron resultado, pues no cambió
su testimonio original.
Joffe
al igual que más de cien testigos declararon en la
causa que no vieron el 18 de julio de 1994 a las
09:53 horas ninguna Tráfic haber increpado el
edificio de la AMIA. Según el Pedido de
Requerimiento de Elevación a Juicio realizado
por los fiscales de la causa Eamon Mullen y José
Barbaccia, solamente tres testigos de los hechos, a
nuestro entender no principales, declararon haber
visto la Tráfic.
Tal
como figura en las fojas de los fiscales los testigos
oculares de la Tráfic son: Nicolasa Romero, quien
afirmó haber visto una Tráfic color beige al
caminar por la calle Pasteur y cruzar por Tucumán
(de espaldas a la AMIA y en dirección de la Av.
Corrientes); Jesus Ponsetto, quien dijo haber visto
la Tráfic en momentos que estaba en la
Calle sin especificar qué calle)
y el portero Carlos Heidenreich, quien afirmó que en
momentos del atentado vio una Tráfic cruzando
por Tucumán.
De
las tres declaraciones surgen los siguientes
interrogantes: ¿Cómo es que el testimonio de Romero
se contradice con los dichos de su hermana en
ese momento se encontraba caminando junto a ella por
Pasteur y quien afirmó que no había visto
ninguna Tráfic al cruzar la calle. Del resto de los
testimonios podemos decir que Ponsetto vio una mancha
blanca que, según su propio testimonio, no
sabía si era una camioneta Fiorino o
Tráfic. Heidenreich por su parte dijo que
lo suyo era u golpe de vista y que le
había quedado en la memoria una tráfic color crema.
Son
sólo las tres únicas personas que declararon haber
visto la Tráfic. Sin embargo, en el mismo expediente
existen un sin fin de testimonios que señalan claramente
haber visto un volquete estacionar frente a la
AMIA. Estos testimonios que por su extensión no
vamos a señalar, pertenecen a testigos oculares
directos de los sucesos. Víctimas directas del
atentado muchos de los cuales quedaron con secuelas
psíquico-físicas profundas.
La
contundencia de los dichos son tan fuertes que
durante el documental puesto al aire por Canal 13, el
día del quinto aniversario del atentado a la AMIA,
los realizadores del mismo tuvieron que
treatalizar la llegada de la Tráfic a la
AMIA ya que no contaban con ningún testimonio que de
forma directa y vivencial la haya siquiera nombrado.
Hasta
aquí parte de la descripción de los hechos. Ahora
nos referiremos a quién era el dueño de la empresa
Santa Rita, responsable de la ubicación del
volquete. Nassib Haddad nació en Aynata una ciudad
libanesa situada al norte de Beirut, el mismo pueblo
donde nació Fadlallah uno de los fundadores de la
organización integrista Hezbollah.
El
mismo 18 de julio, por la tarde, la Policía Federal,
al mando del oficial Fabián Prado, allana la sede de
la empresa situada en la calle Anatole France 553 de
Avellaneda. Allí es recibido por el encargado del
lugar quien afirmó que la empresa Santa Rita tenía
una sede en la Dársena F del Puerto de Buenos Aires,
junto a la terminal número seis del mismo .
El
encargado Raúl José Díaz señaló que ese mismo
día había recibido una llamada pidiendo un volquete
para la AMIA. Que en ese momento le pidió a López
(el chofer del volquete) que lo llevara al lugar de
destino. Sin embargo con el transcurso de la
investigación, en las primeras horas del atentado,
se descubrió, gracias a la hoja de ruta que López
tenía en su poder que no obstante figurar primero la
sede de la AMIA como lugar a donde depositar un
volquete,éste partió hacia la calle Constitución
2655-57, donde se encontraba un baldío lindante con
una propiedad de Jacinto Kanoore Edul, quien ocho
días antes había llamado a Carlos Telleldín, por
la compra de una tráfic que apareció publicada en
el diario Clarín.
Pero
volvamos a López. El chofer de Santa Rita se
contradijo en sus tres declaraciones, una ante DPOC,
otra ante Galeano y una última ante el periodista
Marcelo López de América TV, sin que nadie del
juzgado tomara nota de ello y se lo acusara de falso
testimonio. En la declaración ante la Policía,
López afirmó que había descargado el volquete
un poco más allá de la puerta de la
AMIA, dato que resulta falaz ya que en el mismo lugar
se encontraba Joffe quien estaba arreglando un
desperfecto de su automóvil. Pero lo más
inverosímil es que López afirma ante la Policía
que dejó el volquete a las 10.45 de la mañana, casi
una hora después del atentado cuando el lugar estaba
atestado de bomberos, policías, periodistas y
voluntarios intentando rescatar a las víctimas.
Ante
el Juzgado López, señala que entregó el remito al
Ing. Melamud, a quien,según sus dichos conocía y
luego se retiró. Anteriormente afirmamos que esto
era falso porque Joffe declaró que en ningún
momento el chofer había entrado a la sede de la
AMIA. Lo más interesante es que en sus declaraciones
ante América TV, las cuales no fueron recogidas o
como prueba por el juzgado, señaló que había
partido desde Puerto Nuevo hacia la AMIA, pero no
explicó cómo es que tardó tanto tiempo en llegar
hasta el lugar,aunque reconoció que debía llevar un
volquete a la calle Constitución.
Pero
lo más interesante de las explicaciones de López,
que nuevamente se contradicen con lo afirmado en el
juzgado y ante la Policía, es que Melamud había
visto el volquete desde la puerta entreabierta de la
AMIA. A pesar de que no sabemos si así ocurrieron
los hechos ya que Melamud murió en el atentado,
queda claramente demostrado que López dejó el
volquete frente a la puerta de la AMIA y no como
luego sostubo,"unos metros más allá."
No
obstante las constantes contradicciones de López, el
juzgado entendió que no fueron suficientes para
volverle a tomar declaración. Sin embargo,
constituyen un elemento esencial en la causa, ya que
si efectivamente dejó el volquete donde finalmente
señaló que lo depositó, estaría dentro del radio
del cráter y la onda expansiva que se señalan
atribuidas a la Tráfic. Y por sobre todo no se
contradice con lo afirmado por los expertos del FBI y
el Mosad que trabajaron en el lugar.
Pero
volvamos al volquete. Afirmamos que antes de llegar a
la AMIA, López había pasado por la calle
Constitución 2655-57, donde había un baldío,
estaba en pleno funcionamiento ya que contaba con
agua, electricidad y su superficie estaba
completamente limpia. Los baldíos de la ciudad de
Buenos Aires no presentan este grado de orden y
prolijidad.
El
baldío, se encontraba al lado de uno de los
comercios que Jacinto Kanoore Edul tenía en la misma
calle y vereda. Además, según su propia
declaración ante el DPOC, Kanoore Edul señaló que
era dueño de los inmuebles de Constitución 2745,
2695, . Todos ellos en los aledaños al baldío.
¿Pero
quién es Alberto Kanoore Edul?. Ante la Policía
Federal declaró haber nacido en Yabrud el 24 de
setiembre de 1951 y que era naturalizado argentino.
Su Padre Alberto Kanoore Edul, tenía su negocio
también en la calle Constitución, al 2747 a una
cuadra del baldío y sus hijos su propio negocio de
nombre Jacinto K Edul e Hijos también en la calle
Constitución 2533 y otro inmueble en Catamarca
esquina Constitución, aunque se olvidó
denunciar el inmueble de Constitución 2633, lindante
por la parte de atrás con el baldío.
Kanoore
Edul, quien reconoció públicamente que era
amigo íntimo de Carlos Menem, señaló
ante la Policía que no conocía a Haddad ni a
Telleldín, para entonces identificado a causa del
hallazgo del motor en la AMIA. Pero Edul omitió
decir que desde el teléfono celular de su auto
particular llamó el domingo 10 de julio, ocho días
antes del atentado, a las 15:30 horas a la casa de
Telleldín.
Al
respecto, un informe del FBI conocido en 1998 señala
textualmente que las agencias investigativas
argentinas han llevado a cabo un análisis de las
llamadas telefónicas recibidas por Telleldín
alrededor del día en que el vehículo fue vendido.
Estas investigaciones han determinado que Alberto
Kanoore Edul llamó a Telleldín el 10 de julio de
1994. Edul un musulmán Sunni que reside en Buenos
Aires, negó haber hecho la llamada. Sin embargo,
recientemente, como invitado en un programa de
televisión (fue el programa Memoria), admitió el
haber llamado a Telleldín el 10 de julio de 1994,
para preguntar acerca del vehículo, pero que no tuvo
más interés en el vehículo. La esposa de Edul
también recientemente ha dicho que Edul llamó a
Alejandro Monjo (Otros de los investigados en el
atentado) y subsiguientemente había llamado a
Telleldín. Las autoridades argentinas han
determinado que Monjo había proveído vehículos a
Moshen Rabbani en los años anteriores al atentado a
la AMIA... Se conoce que Edul tenía el número de
teléfono de Moshen Rabbani. Los investigadores
argentinos determinaron que Edul fue el único
usuario de teléfonos celulares que contactó a
Telleldín... las llamadas por teléfono a
Telleldín, hechas por el Policía Federal, Víctor
José Chaban, primo de Edul, han sido documentadas.
Otro punto interesante es el hecho que en la mañana
del atentado contra el edificio de la sede AMIA, una
llamada fue hecha solicitando la entrega de dos
volquetas (el entrecomillado pertenece al
documento), una al edificio de la sede AMIA y la otra
al frente de la casa de Edul.
A
pesar de los elementos existentes en la causa y las
conclusiones más que contundentes del FBI, el
juzgado nunca abordó seriamente esta línea
investigativa .Por otra parte Edul, quien hasta hace
unos días se encontraba en libertad. De las
investigaciones realizadas, también podemos afirmar
que Edul padre fue y es una persona influyente dentro
de la comunidad sirio-libanesa. Fue presidente del
Centro Islámico, o sea colega en esa función del
primo ex del presidente, y habría conocido a Al
Kassar, en 1986, en una reunión que se realizó en
su propio domicilio. Esta información fue brindada
por un ex empleado del Centro Islámico, que lo
comentó a un integrante del equipo de
investigación. Confesión que realizó muchos años
después cuando encontró el nombre de Kanoore Edul
en el libro del periodista Juan Salinas.
Kanoore
Edul mantenía estrechas relaciones con el Centro
Islámico de Buenos Aires (antes Centro Yabrudense),
con su ex presidente Mohamd Massud en el momento de
los atentados a la embajada de Israel y la AMIA ,
altas esferas de la policía federal, del gobierno y
en su madre patria siria. Asu vez Massud fue la
persona que cobijo a Al Kassar en los días previos y
el día del atentado a la embajada de Israel. Según
documentación obrante en el expediente judicial que
se le sigue sigue en la causa por el pasaporte falso
del traficante de armas en Mendoza, un importante
integrante del Centro Islámico señaló que Al
Kassar y otros directivo del mismo organismo se
encontraron en la noche del 17 de marzo de 1992 en un
departamento de Av Libertador. Allí el declarante
afirma que el ambiente era festivo a pesar de que los
canales de televisión no dejaban de mostrar
imágenes relacionadas con los trágicos
acontecimientos.
La
misma fuente del Centro Islámico que había
vinculado a Al Kassar con Edul, señaló que el ex
Presidente Carlos Menem mantenía estrechas
relaciones con Yahia-- el dueño de las oficinas
allanadas por información de Dos Santos el mismo 18
de julio. Gabriela Cerruti, en su libro
El Jefe señala, coincidentemente, que
Alfredo Yabrán y Menem se encontraban a conversar y
comer dátiles en la calle Cochabamba al 2617, donde
Menem vivió después de ser liberado por la
dictadura y en donde tienen departamentos Yahia y
Tfeli, entre otros.
Cochabamba,
casi esquina Jujuy, se encuentra en el barrio de San
Cristobal y es considerado el mayor barrio árabe
de descendencia sirio-libanesa-- de Buenos
Aires. El siguiente sería Flores-Floresta donde se
encuentra la mezquita que dirigía Rabbani. Lo
curioso es que, el mismo día del atentado,
exactamente cuatro horas después del mismo, Dos
Santos se comunicó con un oficial del DPOC y
señaló que los responsables de los atentados
se encontraban en el barrio árabe, el cual
ubicó en los límites del barrio de San Cristobal,
muy lejos de Floresta. Muchas coincidencias si se
tiene en cuenta que Dos Santos fue quien alertó
sobre la presencia de Al Zein y Oubed.
Del
propio expediente, surge que Nassib Haddad y su hijo
Javier Haddad, habían comprado explosivos,
específicamente amonal ,del mismo origen que el
utilizado en la AMIA, lo que motivó a que todos
los fiscales actuante en la causa (recordemos que
en el comienzo de la instrucción la totalidad de los
fiscales federales habían participado de las
primeras medidas procesales ya que existían muchos
testigos que interrogar y una importante cantidad de
diligencias que realizar), pidieran la captura de
Haddad.
Toda
vez que... Nassif Haddad y Javier Alberto Haddad, a
través de las empresas que representan, fueron
quienes estuvieron encargados de la colocación del
volquete frente a la sede de la AMIA y habrían a su
vez adquirido desde hace varios meses cantidades
importantes de explosivo Amonal, solicitamos a Vs. se
les reciba declaración indagatoria... por existir
motivo bastante para sospechar su participación en
el hecho materia de investigación, señalaron
los fiscales, entre ellos los que siguen actualmente
en la causa.
Motivo
más que contundente para que Galeano determinara
realizar los allanamientos de los diferentes
domicilios de Haddad, en Avellaneda, en Barracas y la
sede de Puerto Nuevo. En los allanamientos se
secuestró bibloratos relacionados con la compra de
explosivos. En uno de los allanamientos, Haddad
apareció al encuentro de los policías y sin ofrecer
resistencia quedó detenido, al igual que su hijo
Javier, quien apareció minutos después. En el acta
de detención Haddad padre declaró que conservaba la
ciudadanía libanesa. Algunos pensaron que Haddad se
entregó habiendo convenido previamente su pronta
liberación. Los hechos posteriores no invalidan
dicha hipótesis.
Los
Haddad fueron derivados a la misma celda en donde
estaba detenido Telleldín, quien aseguró que los
nuevos imputados había señalado que saldría
rápido de ahí por sus altos contactos
políticos.
En su
declaración los Haddad señalaron que la gran
cantidad de explosivos comprados se debían a las
obras que estaba realizando en Casa de Piedra, un
proyecto del gobierno pampeano. Pero sugestivamente,
ante el requerimiento del juzgado a Fabricaciones
Militares sobre la compra de explosivos por parte de
los Haddad, el coronel Carlos Franke, en ese entonces
Director de FM e involucrado en la causa por la venta
ilegal de armas a Croacia y Ecuador e investigado en
la causa de la explosión de Río Tercero, señaló y
aportó documentación por la cual las compras de los
Haddad estaban absolutamente en orden y denunciadas.
Sin
embargo, Franke mintió, ya que "olvido"
denunciar la compra por parte de Haddad de unos 300
kilos de Amonal, el 13 de octubre de 1993, cuando
todavía no trabajaba en Casa de Piedra. La compra
realizada en 1993 no fue despachada por Santa Rita,
sino a nombre del propio Haddad. Lo llamativo no es
sólo por qué un funcionario de tan alta jerarquía
miente y beneficia a un empresario desconocido, sino
por qué lo hace en tiempo récord, ya que Franke le
respondió el exorto a Galeano el mismo día que
Haddad fue detenido, el primero de agosto de 1994.
Bajo estas circunstancias Galeano no tuvo otro motivo
para que Haddad continúe detenido. Las predicciones
del libanés a Telleldín se hacían realidad.
No es
la única pista que une a Haddad con la causa de la
venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador. Lo que en
su momento nos llamó poderosamente la atención,
razón por la cual realizamos una denuncia ante el
juzgado de Galeano, tiene por fundamentoen que
Haddad, tal como habíamos afirmado tenía su sede
central en la Dársena F del Puerto de Buenos Aires,
en medio de depósitos fiscales y al lado de la
Terminal Seis del mismo , lugar por donde pasó la
mayor cantidad de embarques de armas hacia Croacia.
Pero no es la única relación.
La
terminal seis, explotada por la firma Intefema SA,
cerró sus puertas luego de su quiebra fraudulenta a
fines de 1995 y particularmente después de que
estallara el escándalo público por la venta de
armas. De la firma estaba a cargo Mario Fracchia,
quien aparece en la causa AMIA como el que regenteaba
el estacionamiento Jet Parking, donde se vio por
última vez la supuesta Tráfic que estalló en la
AMIA. Fracchia no compartía solamente un espacio
físico con Haddad, sino que existe la seria sospecha
de que también hacían negocios en conjunto, ya que
ambos son de Avellaneda, donde Fracchia era dueño de
la empresa La Oxigena, que suministra oxígeno a
hospitales y sanatorios, mientras que Haddad tenía
una empresa metalúrgica que hacia los balones para
este tipo de oxígeno. Muchas casualidades para
hombres que están estrechamente vinculados a la
causa, las cuales quedaron en un gran interrogante ya
que nunca se investigó a fondo.
Finalizando
esta parte de la historia, debemos decir que las
investigaciones contra Haddad no interfieren en la
línea adoptada por el juzgado, los fiscales o la
DAIA, ya que existen pruebas como para presuponer que
Haddad puede haber sido quien proveyó de los
explosivos a la Tráfic, este punto es aceptado
incluso por varios de los investigadores que creen en
la existencia de un coche bomba.
Por
lo tanto debemos señalar que, aunque se compruebe la
existencia de la tráfic en el atentado, la
participación de Kanoore Edul, Nassib Haddad y
Javier Haddad, no están exentos de responsabilidad,
ya que se encontraron relaciones nunca aclaradas ni
investigadas entre Edul y Telleldín, Edul y Monjo o
Edul y Rabanni,y como quedan claro las relaciones
entre Edul y Haddad. Podemos pensar que el volquete
fue puesto para dejar lugar al accionar de la tráfic
o para inclusive despistar la investigación, tal
como se sostiene desde el juzgado. Pero lo que no
podemos desconocer es que estos dos personajes están
relacionados tanto o más que Rabbani, Telleldín o
Monjo en el atentado, pero que sugestivamente por sus
altos contactos políticos fueron deliberadamente
alejados de la investigación.
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